08 octubre 2007

IETAAP chapucero

José Raúl González Merlo
Miembro Junta Directiva
CIEN

En junio del 2004, el Congreso aprobó la ley del Impuesto Extraordinario y Temporal de Apoyo a los Acuerdos de Paz – IETAAP. Era el sustituto del llamado Impuesto a las Empresas Mercantiles y Agropecuarias – IEMA – que a su vez había sustituido al Impuesto de Solidaridad Extraordinario y Temporal – ISET -. Al igual que los anteriores, el IETAAP se publicaba con la promesa de que eventualmente expiraría. Ahora resulta que hay que prorrogarlo por un año más…

Como siempre ocurre con las cosas del gobierno, nos mintieron y no cumplieron lo que prometieron. El Presidente Berger, la entonces Ministra de Finanzas Públicas (María Antonieta de Bonilla) y el Congreso representado en su entonces Presidente (Jorge Mendez Herbruger) nos mintieron. Claramente, la intención de los promotores de esta ley nunca fue que el IETAAP venciera el 31 de diciembre de 2007.

Y no cumplieron lo que prometieron porque la excusa de todos esos impuestos “temporales” era “ganar tiempo” mientras se realizaban las reformas en las leyes tributarias que le dieran estabilidad a las normas fiscales. No sólo no cumplieron con la promesa de buscar esa estabilidad sino que siguieron haciendo “reformas” que provocan más inestabilidad.

Ahora que estamos a tres meses de que desaparezca el IETAAP les “agarró el dedo la puerta”. Andan viendo a ver qué hacen para no “perder” los ingresos fiscales que ya tienen gastados en el presupuesto 2008. Tuvieron años para prepararse y no hicieron nada. Ahora les urge… y, para variar, ahí va el “chapuz”: prorroguémoslo por un año más en lo que vemos qué hacemos…

Es una vergüenza, incompetencia y una gran irresponsabilidad. Es increíble que el Estado de Guatemala y sus gobernantes sean incapaces de cumplir lo que prometen rompiendo consecutivamente cuanta promesa hacen. Lo que pasa es que ya les gustó y ya se “acostumbraron” al IETAAP. Lo cual es un grave problema porque el asunto de fondo no tiene nada que ver con los ingresos sino con la forma como ese gasto se ejecuta.

Los ciudadanos no debemos permitir que se nos impongan nuevos tributos hasta que estemos, aunque sea, ligeramente satisfechos con la forma como se ejecuta el presupuesto de gastos. El presupuesto del 2008 debe ser recortado para acomodar la disminución de ingresos por el IETAAP. Habrá menos fondos disponibles para ser robados y lo poco que quede tendrá que ser ejecutado con menos ineficiencia. No podemos seguir permitiendo que nos vean la cara de babosos aceptando las promesas de los funcionarios públicos en materia de impuestos “temporales” o “eficiencia en gasto”.

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