28 mayo 2007

Carta de un candidato

José Raúl González Merlo
Miembro de Junta Directiva
CIEN

Querido votante: soy tu candidato presidencial. Tengo que confesarte algo… te estoy mintiendo. Mis ofertas de campaña son imposibles de cumplir. Pero lo sigo haciendo. De otra manera, ¿por qué votarías por mí? Esa es la realidad. Pero como aún me queda un poco de conciencia, te escribo esta carta para liberar mi sentimiento de culpa y que luego no me reclames.

Te he prometido solucionar tus problemas de seguridad, salud, educación y mil cosas más. Tengo un “plan de gobierno”. En él describo, cuidadosamente pero sin decir nada, cómo voy a solucionar todos y cada uno de tus problemas. Nada ni nadie se me han quedado fuera; tendré un “gobierno incluyente”, resolveré los temas de multiculturalidad, la mujer, los indígenas, los niños, los jóvenes, los acianos, los migrantes. Si tu problema en particular no estuviera allí, no importa, yo me invento una “política de gobierno”.

No me acuses de demagogo. Tú eres el que quiere que yo te solucione todos tus problemas ¿o no? Eso es lo que quieres oír ¿correcto? ¿Recuerdas cuando le reclamaron a Alfonso Portillo sus promesas incumplidas? El respondió que “un candidato era un vendedor de sueños”. Tenía razón. Ahora me toca venderte tu sueño: mi gobierno será el que satisfaga todas tus “necesidades”. No te afanes. Tu única responsabilidad es presentarte cada cuatro años a votar y votar por mí. A eso hemos jugado desde 1985 y nos ha ido bien gracias a tu ingenuidad. ¿Qué prefieres? ¿Qué te diga la verdad? ¿Para que votes por otro? Lo siento; no puedo. Soy político y te conozco. Necesitas que te mienta. Quieres las soluciones fáciles. Quieres comprarme ese sueño que yo te ofrezco.

La verdad es que no voy a poder cumplirte. Con todo lo que te he ofrecido gastar, no alcanzarían diez presupuestos de gobierno. Y si me preguntas ¿de dónde sacaré el dinero?, de plano que te voy a decir que “mejorando la recaudación” o “ampliando la base”. Sé que no quieres escuchar que aumentaré los impuestos. No esperes que te lo diga; pero prepárate…

Soy político. Continuaré con la inercia del gobierno anterior. Más de algo haré con 40 mil millones de tus impuestos. Alguna obra habrá que inaugurar y más de algún negocito me voy a echar también. Como te incumpliré, culparé a la “falta de recursos” (a todos los anteriores les ha funcionado). Compréndeme por favor. Siempre es más fácil gastar más que gastar mejor. ¡Hey; sólo tengo 4 años! No me dará tiempo de combatir al crimen organizado o la burocracia estatal. Eso se lo dejo al próximo. Yo “sentaré las bases de un mejor Estado”.

Gracias por comprenderme. Ahora puedo dormir tranquilo. Espero tu voto.

27 mayo 2007

Informalidad: Salida y Exclusión

Hugo Maul Rivas
Director Área Económica
CIEN

Ese es el título del libro que presentó la semana pasada el Banco Mundial. La profundidad del análisis sumada a la capacidad de “influir la agenda” que tiene dicha organización, seguramente tendrá como consecuencia que el tema de la economía informal se ponga nuevamente de moda. Esta vez sería bueno que todos aquellos que tienen “voz autorizada” dentro del debate nacional se informaran ampliamente al respecto. Para el análisis del caso general de América Latina se tiene este libro; para el caso particular de Guatemala existen muchos estudios (quienes tengan mayor interés pueden descargar gratuitamente desde el sitio www.cien.org.gt el libro titulado “Economía Informal: Superando las Barreras de un Estado Excluyente”).

Aunque el asunto de la economía informal pueda parecer un buen tema de campaña electoral, sería bueno darse cuenta de la complejidad del fenómeno antes de proponer soluciones imposibles de cumplir. Pretender eliminar la economía informal obligando a que todos los empresarios y/o trabajadores informales paguen impuestos o adquieran patentes de comercio es el tipo de solución simplista que no produce mayores resultados. Estas y otras regulaciones gubernamentales carecen de sentido para la mayoría de los informales. No se pagan impuestos porque no se ven los beneficios de hacerlo; no se formalizan las empresas ya que no se ven los beneficios de hacerlo. Por otro lado, muchas veces las soluciones simplistas resultan contraproducentes para lo que pretende lograr. Por ejemplo, aumentar los castigos a quienes incumplen las regulaciones sólo promueve mayor resistencia hacia las mismas y un mayor grado de informalidad.

La informalidad no se va a reducir por el simple hecho de fortalecer los mecanismos de control y castigo asociados con el cumplimiento de las reglas formales. Tampoco se va a reducir por el simple hecho de facilitar el cumplimiento de regulaciones. Es necesario entender que buena parte de la informalidad es el producto de una adaptación gradual ante regulaciones inadecuadas que carecen de sentido para las personas y que, además, implican costos mayores los beneficios que se derivan de su cumplimiento. Presionar para que se cumplan este tipo de regulaciones y/o aumentar el alcance de las mismas, sólo promoverá mayores grados de informalidad. Entre otras cosas, hace falta adoptar una estructura de reglas formales generales que hagan atractiva la formalización y que, a la vez, sean accesibles a toda la población

21 mayo 2007

Primero la Gente

Hugo Maul Rivas
Director Área Económica
CIEN

“Primero la Gente, no los políticos” es su consigna electoral. Aunque se trata de la elección por la Intendencia de la ciudad de Córdoba, Argentina, la base de esta campaña tiene validez universal. A pesar de lo lejano de esta elección, el partido cordobés “Primero la Gente” (www.primerolagente.com.ar) tiene varias lecciones que enseñarles a muchos de nuestros políticos locales. Lección uno: las promesas de campaña no son una carta a Santa Claus; hay que establecer prioridades. La propuesta de “Primero la Gente”, es clara y sencilla. “Primero la Gente, no los Delincuentes”: Reorganización de la policía municipal. “Primero los vecinos, no el sindicato”: Corregir las distorsiones; el empleado municipal es importante pero hay que poner las cosas en su lugar. “Primero la educación: En lugar de dádivas, capacitación”: hacer de Córdoba un referente en cuanto a la formación de capital humano altamente especializado. “Primero los que quieren trabar”: corresponde a las ciudades la atracción de inversión foránea y liderar los procesos económicos de reforma. “Una ciudad que nos haga mejores personas”: que la comunidad dependa cada vez menos del poder político y más de sí misma. Me pregunto yo, ¿conoce alguien las prioridades de nuestros partidos políticos?

Lección dos: es importante dar a conocer las propuestas; los slogans no bastan. A “Primero la Gente” le bastó una publicación tipo suplemento de un periódico, de cuatro hojas de extensión, para explicar los puntos más importantes de su propuesta. Directos, al grano; las promesas vagas o imposibles de cumplir no le interesan a la gente. Me pregunto yo ¿han dado a conocer sus propuestas concretas nuestros partidos políticos? Lección tres: es imperativo dar a conocer los nombres, profesiones y experiencia de los equipos de trabajo. “Primero la Gente” utiliza una de las cuatro hojas del suplemento antes mencionado para dar a conocer al equipo de trabajo que llegaría a la Intendencia de Córdoba. Me pregunto yo ¿conoce alguien los nombres y hojas de vida de los técnicos que podrían llegar al gobierno? Lección cuatro: es posible un nuevo liderazgo. Sebastián García, líder de “Primero la Gente”, y su equipo de trabajo rondan, en promedio, los treinta y cinco años de edad. Todos ellos profesionales comprometidos con su ciudad. No está demás decir que Sebastián toca muy bien la guitarra y canta aún mejor las “rolas” de Charlie García. Tal vez Córdoba o Guatemala no estén preparados para este tipo de liderazgo, pero ciertamente su propuesta es el anhelo de muchos: “Primero la gente, no los políticos”.

Carga tributaria en campaña

José Raúl González Merlo
Miembro de Junta Directiva
CIEN

Ya comenzó oficialmente la campaña. En una entrevista de prensa, Alvaro Colom estimó que nuestra carga tributaria debería ser entre 24% y 28% “para llegar a tener el Estado que queremos”… Lejos quedó la mágica cifra de los acuerdos de paz en donde la meta era del 12%. En época pre-electoral, el que más promete será el que más votos obtenga…

Si usted divide el monto de la recaudación de impuestos entre el tamaño de la economía (PIB), el resultado se llama “carga tributaria”. A todos los políticos les interesa demostrar que la carga tributaria de Guatemala es “baja”. Lógico. ¿Conoce usted a algún político que prometa gastar menos antes de andar viendo cómo gasta más? No, ¿verdad? Por definición, al político le urge recaudar más impuestos para poder gastar más y “demostrar sus obras”. Para los políticos, los problemas de Guatemala siempre se resuelven gastando más.

Por supuesto que no sólo prometen gastar más sino que además prometen que lo gastarán mejor. En palabras de Colom, a cambio del aumento en la carga tributaria, los ciudadanos deberíamos de esperar “salud total, educación total, seguridad total”. Pues, sigamos esperando porque, según el Ministerio de Finanzas, en los últimos 11 años, el presupuesto de salud y asistencia social se ha más que quintuplicado; el presupuesto de educación, ciencia y cultura se ha quintuplicado y el de seguridad interna se ha multiplicado por seis. ¿Será que la calidad de nuestra salud se ha quintuplicado? ¿Que la calidad de la educación o de la seguridad se han multiplicado por cinco o seis? ¿No? Todos nuestros gobernantes han progresivamente gastado más pero la calidad de los servicios estatales no ha mejorado significativamente... ¿entonces?

Esa ha sido la evidencia histórica. Todos los políticos prometen lo mismo y Alvaro Colom no es la excepción. Ni bien se había terminado de publicar su reciente visita a la Cámara de Comercio, en donde prometió que no iba a subir los impuestos, y el domingo recién pasado conocemos de sus intenciones de llevar la carga tributaria al ¡28%! ¿Entonces? ¿A qué Alvaro Colom le creemos? ¿Al que no elevará impuestos o al que pretende recaudar casi cien mil millones de quetzales en impuestos para llegar a su nueva meta de carga tributaria? ¿Cómo hará para más que triplicar la recaudación?

Promesas de campaña… y no hay que ser tan ingenuo como para creer ninguna de ninguno. Pero hay promesas de promesas. Desde la perspectiva ciudadana, prometer elevar la carga tributaria es inútil porque no garantiza mejores servicios. Sólo garantiza lo que a los políticos tanto les interesa: gastar más. Y más gasto es siempre más oportunidad de corrupción.

14 mayo 2007

Discurso de graduación. Mayo 2007

Edwin Xol Yalibat
Investigador
CIEN

Q ’eqchi’:

Sa’hil ch’olejil chi okere li jo’ki’al quankex arin.
Xb’enqua naqab’antioxi chiru xnimla Quabej Dios
Naq xsi qe li loqlaj hoonal a’in
Re li hulak sa’junjunq k’anjel re li qa yu’am
Ut re xquotxb’al li nimla maatan a’in
Rik’ineb’ chijunil li quas quiitz’in oxloq’inb’ileb’.

Castellano:

Buenos días a todos, agradecemos a Dios por la oportunidad de llegar a este momento de nuestras vidas y por permitirnos compartir este triunfo con las personas que apreciamos y admiramos.

Quiero centrar este discurso, el cual me es un honor pronunciar en representación de mis compañeros, en dar respuesta a una sencilla pregunta: ¿qué es lo más valioso que de esta universidad nos llevamos?

En primer lugar, diría que nos llevamos recuerdos, unos felices otros no tanto; de las alegres conversaciones en los pasillos, de nuestros cabeceos en plena clase; de las veces en que nos lucimos con buenas preguntas; del día en que conocimos a nuestros mejores amigos o de cuando nos enamoramos; de los aborrecidos privados; de las terribles tentaciones de copia; o de de los frecuentes desvelos, con la única y fiel compañía de los litros… de café o bebidas energéticas.

Recuerdos agradables de los trabajos en grupo, aquellos en que un 70% del tiempo lo dedicábamos al diálogo socrático; un 20% en memoria del profesor y el auxiliar del curso; y un 10%, ininterrumpido, al trabajo que debíamos entregar, ya no el día siguiente, sino en las próximas dos o tres horas. Y, sin olvidar, las entretenidas imitaciones que, como buenos alumnos, realizábamos de nuestros profesores. Porque debo decirles que el buen alumno tiene un afán inagotable por aprender y no se conforma con las lecciones de su maestro; también aprende sus gestos y ademanes; repite sus dichos; e imita su caminar o su estilo de impartir las clases.

Diría, también, que de esta universidad nos llevamos conocimientos de vanguardia. Pero más que conocimientos, nos llevamos actitudes y valores, de aprender y desaprender continuamente, de apreciar el largo sobre el corto plazo, de cuestionar y analizar críticamente, y de ser los generadores de los cambios.

Aquí aprendimos el significado de la excelencia, reflejada en el trabajo diario de los asistentes, de las secretarias y de aquellos seres invisibles e incansables, cuyos nombres nunca conocimos, pero que de día y noche, velaban por nuestra seguridad, cuidaban los jardines, barrían las gradas y preparaban nuestros salones de clase. Ellos nos enseñaron que nuestra misión no siempre se cumple desde los lugares más visibles, pero no por ello somos menos importantes.

Finalmente lo que considero más valioso: nos llevamos ideales, convicciones y sueños, que siempre encontramos en nuestras autoridades y en nuestros catedráticos. De ellos aprendimos que los gobiernos, en su afán de querer dirigir todos los ámbitos de la vida social, pueden cometer el grave error de destruir nuestras capacidades; que los monopolios trasladan injustamente la riqueza de unos hacia otros; y que la verdadera solidaridad no necesariamente se demuestra con envíos de cooperación internacional, sino en que nos abran los horizontes y nos permitan demostrar el potencial que los guatemaltecos tenemos.

Todos nosotros nos llevamos la ineludible responsabilidad de contribuir, desde nuestras respectivas profesiones y posiciones, a la construcción de un Estado fuerte, que no sucumba ante las presiones sectoriales ni se arrodille ante el poder del narcotráfico y el crimen organizado; que propicie oportunidades para aquellos que en su búsqueda sólo han encontrado muros; que represente a quienes nunca figuran en los cabildeos ni toman parte en las manifestaciones; y que nos permita ser solidarios, no por la fuerza de las leyes, sino por el ímpetu de nuestras convicciones.

Nos llevamos el desafío de llevar a cabo una revolución que cambie el rumbo de nuestra historia, pero no con armas, amenazas o violencia, ni desde trincheras ideológicas que nos ciegan y nos conducen a ver enemigos en nuestros propios hermanos, sino a través del diálogo abierto y franco, del cuestionamiento respetuoso y el triunfo de las ideas.

Nos vamos con el sueño que un día seremos un país sin lucha de clases; donde no nos avergoncemos de nuestro origen; y donde todos vivamos bajo una misma bandera. Nos vamos con la certeza que hoy, aquí y desde este momento, Guatemala inicia el camino a convertirse en un faro de luz a las demás naciones del mundo; más próspera que la Venecia del siglo XV; más influyente que la Atenas del siglo V a. de C. y más grande que la Florencia del Renacimiento.[1]

Queridos amigos, de la Universidad Francisco Marroquín, nos vamos con gratos recuerdos que le dan sentido a nuestro pasado; con nobles ideales que trascienden nuestro presente y con grandes sueños que le ponen alas a nuestro futuro.

Finalizaré, parafraseando unos versos del poeta guatemalteco Alberto Velásquez, los mismos que el doctor Manuel Ayau mencionara en 1972, en el discurso de inauguración de esta gloriosa universidad:

Que Dios nos ayude a ser hombres
Hombres limpios y sin antifaz,
Que vivamos una vida sin sombras,
Y que busquemos siempre la verdad.
Que hagamos parábolas de nuestra conducta
Y llenemos de actos nobles nuestra parquedad.

Queridos colegas, que el triunfo de hoy, más que nuestro, sea para los que han creído en nosotros y han puesto en nuestra generación su esperanza. Que los éxitos venideros enaltezcan el nombre de nuestra alma máter. Y que la vida profesional que hoy iniciamos contribuya al engrandecimiento de nuestra Patria.

¡Muchas gracias!

Universidad Francisco Marroquín



[1] Armando De la Torre, Discurso a los graduados durante el acto de graduación; Mayo 2002

Discurso de graduación. Mayo 2005

Lisardo Bolaños
Investigador Asociado
CIEN

“Los Dioses están muertos”, exclamó Nietzsche, hace más de cien años.

Esta frase parece que se aplica hoy más que nunca.

Nosotros crecimos jugando Nintendo, escuchando Nirvana y viendo He-Man. Hoy, ninguno existe. Como ven, nuestra niñez y juventud ha tenido héroes de arena.

Incluso MTV nos ha defraudado: la rebeldía ya no es importante, sólo el ridículo.

Parece que los ideales han muerto.

Necesitamos recuperar esos días cuando los héroes se apoderaban del fuego divino y llenaban los corazones humanos con libertad.

Hace dos meses me puse a platicar con una familia en el Parque Central. La abuelita, la mamá, y el papá iban detrás de las procesiones ofreciendo dulces.

Dos cosas me quedaron como recuerdo de esa plática. La primera, fue la creatividad, porque ahora los dulces incluyen juguetes y nuevos sabores. La segunda, la esperanza del padre de que estuviese enseñando a sus dos hijas a soñar y a trabajar duro por esos sueños.

Por lo visto, el problema es que estamos buscando héroes en los lugares equivocados. No debemos buscarnos en MTV, sino en el Parque Central, o aquí, en este momento.

Hoy finaliza un capítulo de nuestras vidas. Hemos tenido la oportunidad de una educación excepcional, lo cual también involucra una gran responsabilidad.

¿Acaso vamos a negar nuestro deber de inspirar a otros, de motivarlos a soñar, a trabajar duro, y de tomar al toro por los cuernos y hacerlos responsables de su propio destino?

Yo creo que no tenemos otra opción. Sólo nos falta soñar, sólo nos falta creer, sólo nos falta actuar.

Pero sobre todo, lo que nos falta es darnos cuenta de que dicha responsabilidad proviene de una deuda. Hoy estamos aquí, gracias a la gente maravillosa que creyó en nosotros desde un principio.

Los primeros en creer en nosotros fueron nuestros familiares, a quienes corresponde la mayor parte del éxito. Nuestros amigos nos apoyaron constantemente.

Y dentro de la Universidad, la deuda es doble. Primero, con el equipo dispuesto a ayudarnos en el día a día. Y segundo, con los maravillosos profesores que han creído profundamente en nosotros. Ellos creen en el héroe que reside dentro de cada uno de nosotros. Ven que somos capaces de inspirar un cambio positivo en la gente que nos rodea.

Por eso creo que no es casualidad que hoy la Universidad esté dando el Doctorad Honoris Causa a tres políticos.

Quiero tomar el ejemplo de José Piñera. Para mí, el representa al hombre práctico. Representa al Hércules que estrangula con sus propios brazos a enormes serpientes. No representa al Sócrates dormido en el mundo de las ideas.

Y el problema es que muchos de nosotros, aquí, creemos que no es necesario ser Hércules. Creemos que con empezar nuestra empresa, trabajar para una multinacional o ser Sócrates, con humildad y comillas, vamos a mejorar nuestro presente y nuestro futuro.

Yo creo que estamos equivocados, tenemos el deber de transformarnos en Hércules y salir a defender nuestros principios con inteligencia. Necesitamos convertirnos en Hércules para construir un nuevo país.

Y óigase bien que estoy hablando de un nuevo país, porque cuando decidamos a hacer las cosas bien, lo primero es replantear nuestra sociedad.

Ya no queremos un Estado que responda a la lógica de la conquista.

Ya no queremos un Estado que responda a los intereses sectoriales de los amigos del Presidente.

Ya no queremos un Estado inútil para garantizar la vida, la propiedad y la justicia.

Y quiero aclarar algo. No niego que los Sócrates, empresarios y gerenten sean valiosos. Pero hoy en día, hay responsabilidades que no podemos delegar.

Aquí nadie dejaría su futuro en manos de un desconocido. Entonces, ¿por qué creemos que es posible hacerlo en la política?


Espero equivocarme, pero sé que todos olvidarán este discurso en media hora.

Pero entonces, espero que tampoco estemos alegando cuando, en lugar de la bella libertad, soportemos el yugo de la tiranía.

TODOS. Sí, todos nosotros, tenemos el deber de transformar lo que en Guatemala no beneficia a TODOS los guatemaltecos.

Hoy, bajo un cielo azul tan hermoso, los que hoy estamos aquí podríamos empezar el cambio.

¡Ojalá que nuestros sueños remonten su vuelo, más alto que el cóndor y el águila real!

Gracias


Universidad Francisco Marroquín

Gas Propano ¿A toda ley?

Hugo Maul Rivas
Director Área Económica
CIEN

Ley de Comercialización del Gas Licuado de Petróleo… Tema complicado, aún para los expertos. Bien podría decirse que se trata del típico caso en que una empresa intenta “aumentarle el costo a sus rivales” para monopolizar así la oferta de un producto. Por supuesto, con la ayuda directa del gobierno. Aunque, si se juzga desde la perspectiva de la seguridad del producto, parece que el asunto nada tiene que ver con reducir la competencia en un mercado, sino con la protección del consumidor. Esta complicación analítica seguramente desalienta a muchos columnistas a escribir al respecto. Sin embargo, sin necesidad de entrar en refinamientos microeconómicos, la normal suspicacia que caracteriza a quienes hacemos periodismo de opinión debería ser suficiente para que cuestionáramos un poco el trasfondo de dicha ley. Salvo unas cuantas honrosas y valientes, excepciones, la mayoría de quienes damos opinión en asuntos económicos hemos permanecido callados.

Quienes acostumbran ver en toda actividad empresarial un puro ejercicio de poderes monopólicos han permanecido callados. ¿Acaso no deberían preguntarse si mediante dicha ley no se está creando un nuevo monopolio privado? Claro está, gracias a los favores del Estado. Quienes critican las actitudes mercantilistas, contrarias a la libre competencia, de ciertos empresarios han permanecido callados. ¿Acaso no deberíamos preguntarnos si dicha no ley no constituye la creación de nuevos privilegios y restricción a la competencia? Quienes denuncian el comportamiento oportunista de los políticos han permanecido callados. ¿Acaso no deberían analizar la posibilidad que dicha ley sea otro caso en donde intereses grupales se anteponen al interés general en nombre del “bienestar popular”? Quienes defienden las causas populares han permanecido callados. ¿Acaso no deberían preguntarse si dicha ley no constituye una amenaza en términos de precios más altos y peor trato para los consumidores?

No dispongo de un aparato de inteligencia para monitorear todo lo que han dicho los editorialistas al respecto, sin embargo, me parece que el debate público en torno a dicha ley ha sido mínimo. Al menos si se lo compara con la discusión que generan otros temas de similar importancia. Pareciera que con nuestro silencio quisiéramos negar los riesgos que dicha ley puede traer consigo. ¿Acaso estamos de acuerdo con más mercantilismo, populismo, monopolios artificiales y abusos contra el consumidor? Seguramente no, pero “el que calla otorga”. Después de nada sirve quejarse.

Mal arreglo

José Raúl González Merlo
Miembro de Junta Directiva
CIEN

Pareciera como que el gobierno cree que, en materia educativa: “más vale un mal arreglo que un buen pleito”. Pero la realidad de lo que pasó es que volvió a ganar la impunidad y este “gobierno de transición” volvió a decepcionar…

Los maestros que paralizaron al país y dejaron botados a los patojos por dos semanas no serán sancionados por haber seguido las ilegales instrucciones de la “dirigencia magisterial”. A cambio de eso, la Asamblea Nacional del Magisterio – ANM – nos va a “hacer el favor” de girar instrucciones para que los maestros regresen a clases. Supuestamente, también nos van a hacer el favor de que los maestros “repongan” el tiempo perdido… ¿habrá algún ingenuo que se lo crea?

Como quien dice que las pérdidas económicas, las agresiones a la prensa, las amenazas de impedir las elecciones, el daño causado a los estudiantes y todo lo demás, quedó en el olvido político. La ANM volvió a salir victoriosa. Se comprobó que son ellos los que tienen la “sartén educativa por el mango”. El gobierno y el Ministerio de Educación son una figura decorativa. Joviel manda. Y para desgracia de toda una generación de jóvenes y niños: en sus manos está el futuro educativo de la educación estatal.

Por lo tanto, todos los novedosos programas que el Ministerio de Educación promueve, no son nada más que maquillaje frente a este grave problema estructural. Y en esa categoría también quedan las buenas intenciones de iniciativas como “Empresarios por la Educación” y “Visión Guatemala”. Ha quedado demostrado que la ANM tiene la capacidad de detener cualquier reforma que afecte sus privilegios.

Preparémonos porque ahora que han salido fortalecidos, la ANM podrá salir a tomar la ofensiva. Q35 millones de quetzales en “honorarios” legales estarán a su disposición para “salpicar” en la forma de recompensa política a los protagonistas de este último conflicto; ya sea entre la dirigencia magisterial o para la campaña de los partidos que les apoyaron. El mensaje estaba clarísimo: si la dirigencia sindical amenazó con “cobrársela” en las próximas elecciones a los políticos que no los apoyaran; es lógico pensar que ahora van a “recompensar” a los que los apoyaron.

Terrible ingenuidad por parte de los funcionarios de gobierno porque no sólo quedaron como incapaces frente a la población sino que le dieron de comer a un mounstro que regresará a fregarlos políticamente. Después de todo, no debemos olvidar que la reciente encuesta de Prensa Libre mostraba que el 76% de la población rechazaba el paro y el 91% las “medidas de hecho”… Que grave muestra de incapacidad para aprovechar un inusual apoyo popular y decepcionar, nuevamente, a los ciudadanos.

07 mayo 2007

Legalizando la impunidad

José Raúl González Merlo
Miembro Junta Directiva
CIEN

Como dice el refrán: “se juntaron el hambre con las ganas de comer”. La dirigencia sindical magisterial y las “joyas” de los diputados del FRG, la UNE, la UCN y la URGN se han puesto de acuerdo para pasar una “amnistía” que libraría a los maestros de responsabilidades administrativas y penales por faltas y delitos cometidos durante la vigente huelga ilegal.

E ahí una muestra de porqué somos un país pobre, subdesarrollado y la educación estatal es un desastre. Los diputados de esas bancadas promueven y alcahuetean una actitud abiertamente corrupta y delincuente de la dirigencia magisterial. Vaya conjunto de (literalmente) sinvergüenzas. A unos no les da vergüenza ir al Congreso a buscar que su impunidad se legalice. A los otros no les da vergüenza ser un instrumento de esa impunidad.

En un reportaje de Prensa Libre, el domingo pasado, pareciera que los respectivos candidatos presidenciales están tratando de distanciarse de las intenciones de sus bancadas. Una actitud inteligente pero hipócrita. Si quisieran, actuarían con firmeza en contra de esa amnistía pero, como buenos políticos, más bien andan tratando de quedar bien con Dios y con el diablo.

No es la primera vez que la Asamblea Nacional del Magisterio – ANM – consigue que el congreso les haga una ley a la medida. En el 2003, las “bellezas” de diputados del FRG les perdonaron todos los abusos cometidos en un “paro” ilegal y la “joya”: el presidente Portillo gustosamente se las firmó. Con ese precedente, a la dirigencia sindical magisterial ya le gustó realizar huelgas ilegales, bloquear calles y carreteras, provocar cualquier cantidad de daños económicos, cobrar Q35 millones de “honorarios legales” y, encima de todo, salir en “caballo blanco” con una amnistía cortesía de los diputados del congreso.

Ante este desastre, esperemos que el resto de bancadas del congreso entiendan que la educación estatal nunca mejorará alcahueteando los abusos y delitos de la ANM y que no apoyen la amnistía. Del FRG, la UNE, la UCN y la URNG se puede esperar cualquier cosa. Por ello, los votantes deben darse cuenta de la calidad de diputados y partidos políticos que tenemos porque ¡todos andan buscando reelegirse!

Y habría que esperar también que el Presidente Berger tenga los pantalones suficientes para plantarse y que, por una vez en todo su gobierno, actúe con firmeza en defensa de los intereses de los niños. Los dirigentes sindicales y los maestros que han contribuido a este caos tienen que entender que los intereses de decenas de miles de patojos pesan más que los de un grupo de bochincheros. Si no se les pone freno ahora, dejemos de quejarnos del desastre en el que seguirá estando la educación estatal.

VISITA MERCADO CHICHICASTENANGO

Sofia Velásquez
Alumna Fundamentos de Economía
Universidad Rafael Landívar

El domingo 22 de abril, visité el Mercado de el Municipio de Chichicastenango, ubicado 160km de la ciudad capital hacia el occidente del país. Se encuentra en el departamento de El Quiché.

Esta visita fue realizada con el objetivo de conocer y experimentar lo que es un mercado y a la vez como funciona.

El mercado de Chichicastenango es muy típico, este posee dos características principales:

Es un mercado turístico y es un mercado de intercambio.

  • Es un mercado turístico, debido a que gente de otras partes del país y mayormente extranjera, visita el mercado con el fin de conocer la cultura de este sector tan atractivo en le país, como sus costumbres, ritos folklóricos, etc.
  • Y es un mercado de intercambio, porque los habitantes de este departamento (agricultores. comerciantes), luego de un arduo labor cosechando o produciendo bienes, llegan al mercado para así poder intercambiar con otras personas que llegan con el mismo propósito, los bienes producidos y a la vez adquirir los bienes necesarios o deseados.

Algo importante e interesante del mercado, es que los pequeños productores agrícolas bajan de la montaña al pueblo a vender sus productos y comprar los bienes que necesitan.

Se nota que al haber gran cantidad de oferentes, y demandantes en un área tan pequeña, el comprador, en este caso yo, me pude informar sobre el precio de diferentes oferentes y con esa información pude regatear hasta lograr el mejor precio posible.

Como es en el caso, de la pulsera manufacturada con diferentes colores de hilos. El precio inicial fue de Q10.00, luego de negociar con el vendedor la obtuve a un precio de Q7.00, no fue el deseado pero la obtuve a un precio menor.

De igual forma, procedí a regatear por un silbato de barro, con forma de sapo: el precio al principio fue de Q15.00, pero en este caso fue más factible regatera ya que obtuve el silbato a Q8.00. Por otro lado mis papás adquirieron limas. El precio de la docena era de Q6.00, lo que es Q.050 cada lima. El precio mínimo que se obtuvo de Q.043 por lima, pagando los Q6.00 se obtuvieron 2 limas de ganancia.

El mercado es bastante colorido, y esta muy bien organizado, por un laf\do están los telares, por lado las verduras, los granos, las ceras, artesanías, productos de consumo diario, etc. A diferencia del Mercado Central (Guatemala), ese mercado, es bastante tranquilo, la gente no grita demasiado y en lugar de llamar a las personas por nombres como “reina” “mi amor” o “jefe”, la gente la llama “amiga”. Además la gente es bastante respetuosa, y el lugar es muy llamativo

Basilea II, un mecanismo para reducir los riesgos del sistema financiero

Michelle Sánchez-Latour
Estudiante Riesgos Financieros
Universidad Francisco Marroquín

Basilea II es un conjunto de normas emitidas por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, que es en la actualidad, la supervisión bancaria más importante a nivel internacional. Estas normas fueron creadas para mejorar la gestión de riesgos en las entidades de créditos, fomentar la estabilidad del sistema financiero a nivel global, prevenir la utilización del sistema financiero para realizar fines ilegales (lavado de dinero), mejorar la supervisión bancaria, disminuir las probabilidades de pérdidas, entre otras cosas. Basilea II tiene distintos métodos de requerimientos de capital, los cuales son: el método estándar (muy similar a Basilea I), que es el que actualmente está siendo utilizado por las entidades bancarias en Guatemala, el sistema intermedio y el sistema avanzado. En este artículo cuando se hable de implementar Basilea II, se hace referencia a la implementación del sistema avanzado.


Basilea II cuenta con tres pilares de desarrollo: (1) requerimientos mínimos de capital, que definen nuevas reglas para el tratamiento de créditos, y fija requisitos de capital para el riesgo operacional y los riesgos de mercado; (2) Revisión supervisora, este pilar se enfoca más en la necesidad de los bancos de evaluar sus posiciones de suficiencia de capital, con respecto a los riesgos globales, así como la supervisión para poder optar por medidas adecuadas y (3) información al mercado, lo que se refiere a la transparencia sobre la información del perfil de riesgos de las entidades financieras y sobre su nivel de capitalización.


Estas normas buscan mantener en niveles aceptables los diferentes tipos de riesgos y así disminuir la probabilidad de grandes perdidas. Basilea II, toma en cuenta los siguientes riesgos: (1) riesgo crediticio, el cual corresponde a la pérdida asociada al evento de que nuestra contraparte no cumpla con un pago prometido. Basilea II, dispone de modelos calificados para la estimación de la probabilidad de impago, severidad y exposición; (2) riesgo de liquidez, se refiere a la incapacidad de contar con instrumentos líquidos incluyendo efectivo para el cumplimiento de sus obligaciones; (3) riesgo de mercado, este riesgo se deriva de los cambios en los precios de los activos y pasivos financieros (volatilidad); (4) riesgo operativo, se refiere a las perdidas potenciales que resultan de sistemas inadecuados, fallas administrativas, errores humanos, entre otros.

La liberalización financiera está cambiando los modos de operar de la banca y de los mercados de capitales. En Guatemala, el marco legal bancario no ha tenido un desarrollo notorio en cuento al enfoque sobre riesgos financieros. Los principios de Basilea II tratan de fortalecer el sistema bancario y sus procedimientos, para que países como Guatemala, tengan más estabilidad financiera y macroeconómica, formando una cultura de riesgo adecuada sin que la transición sea algo traumático. La estructura financiera de Guatemala tendría que sufrir algunos cambios para mejorar la seguridad y solvencia del sistema financiero.


Los principios de Basilea II tratan de ajustarse a distintos marcos legales con diferentes grados de complejidad y sofisticación. Las divergencias surgen a la hora de la implementación de Basilea II, no sólo por el ámbito técnico de las entidades bancarias sino también por los mayores requerimientos de capital que se necesitan para su implementación. El sistema bancario en Guatemala, debería de optar por sistemas de gestión y control de riesgos más desarrollados, con lo que muy pocos bancos en el país cuentan en la actualidad, para que los principios de Basilea II se puedan implementar plenamente. También la banca necesita desarrollar el recurso humano disponible para la implementación del nuevo sistema de riesgo financiero y la Superintendencia de Bancos debe emitir los reglamentos correspondientes.


La compactación del sistema bancario guatemalteco no es una casualidad, sino el resultado de un proceso de modernización de la banca que todavía no converge a los estádares mundiales. Es así como la banca guatemalteca, simplemente no puede seguir siendo administrada como banca puramente doméstica, aplicando únicamente los estádares más simples y menos desarrollados.


¿Cómo podemos determinar si un banco va o no en camino a insertarse en un sistema bancario globalizado? Al margen de que hay muchos criterios, la competitividad bancaria tiene un componente inequívoco que no necesariamente está relacionado con la cobertura del banco, las utilidades que refleja su balance, ni con su imagen o identidad corporativa, sino que está relacionada también con su eficiencia operativa y financiera. Hablamos, claro está, de la calidad de gestión de riesgos financieros de una institución. Un banco visionario, conocedor de las nuevas disposiciones y esquemas internacionales, sabe que la eficiencia incorpora un componente de ajuste por el nivel de riesgo de la entidad.


En general, Basilea II trata de alinear los requerimientos regulatorios con los principios económicos y financieros en gestión de riesgos. El mercado financiero actual ha cambiado significativamente hacia la liberalización, innovación y globalización financiera, por lo que es urgente que la banca guatemalteca adopte medidas para la implementación plena de las recomendaciones de Basilea II.

06 mayo 2007

Populismo Legislativo

Hugo Maul Rivas
Director Área Económica
CIEN


Favores a cambio de votos; lo importante es obtener apoyo electoral. El costo o las consecuencias sociales y económicas de las decisiones salen sobrando. ¿De qué otra manera puede juzgarse la iniciativa de la semana pasada en torno al asunto magisterial? Populismo puro; almuerzo gratis. Algo que movimientos populistas, de izquierda o derecha, hacen a cada rato. Lo relativamente novedoso de nuestro caso es que sea el congreso quien tome el lugar que generalmente ha correspondido a los Chávez, Ortegas, Garcías, etcétera. Tal “populismo legislativo” puede tener muchas explicaciones. Una de ellas, como ya se dijo, un puro oportunismo electoral. Otra podría ser un deseo sincero de los diputados de congraciarse con el “pueblo”. Lo cual resultaría entendible después de lo que está pasando con los diputados y políticos tradicionales en países como Ecuador. En donde, a pesar de haber sido electos democráticamente, centenares de diputados y políticos tradicionales han tenido que salir por la puerta de atrás sin que el “pueblo” los respalde. Un claro rechazo contra la clase política gobernante. Ahora bien, pretender revertir esta tendencia mediante el “populismo legislativo” es querer tapar el sol con un dedo. Sobre todo cuando dichas medidas no hacen más que mantener los privilegios de quienes siempre han salido favorecidos con las políticas de gobierno.

El hecho que tales medidas, supuestamente, vayan encaminadas a beneficiar a cierto grupo social no garantiza nada. Ya que como dice, A.Touraine, sociólogo francés, “el hecho que se formen movimientos a partir de la desesperanza y con ánimo de revuelta resulta fácil de comprender, pero son éstos, precisamente, los que en su interior portan una serie de extravíos ideológicos, aberraciones que se sirven de la falsa idea la impotencia de las víctimas. Y que tal convicción es peligrosa, en la medida en que conduce la protesta a un callejón sin salida, al mantenimiento de cierto estatalismo anticuado, lo que beneficia tan sólo a aquellos ideólogos que hablan como representantes de un pueblo que por sí mismo no sabría, según ellos, defender concientemente sus intereses y mejorar su situación”. Una cosa es congraciarse con el pueblo, la otra con los “ideólogos que se atribuyen el monopolio de del análisis y de la acción”. Una cuestión es hablar de los niños y otra de los privilegios de quienes quieren mantener un “estatalismo anticuado”.