25 febrero 2008

La Primera Dama

José Raúl González Merlo
Miembro de Junta Directiva
CIEN

Las personas que la conocen se llevan una buena primera impresión. La describen como sincera, fuerte y con un alto interés en trabajar por su país. Sandra Torres demuestra que no tiene nada que ver con la campaña de calumnias orquestada en su contra. ¿Entonces? ¿Cuál es el problema con las funciones que ha asumido la “primera dama”? Hay dos potenciales fuentes de conflicto.

La primera la admitió el Presidente Colom a los periodistas: es difícil decirle “no” a la esposa. Todos los maridos nos identificamos con su dilema. Se han escrito libros sobre las dificultades del trabajo entre parientes. Es difícil evaluar, objetivamente, el desempeño de familiares. Más difícil aún, tener que prescindir de sus servicios si fuera necesario. Estoy seguro que el Presidente prefiere pelearse con Mario Taracena que con su esposa.

El segundo no es específico de la Sra. Torres sino que se aplica a todo aquel funcionario público con aspiraciones presidenciales. ¿Con qué criterio se usarán los fondos públicos? Lógicamente, prevalecerá el de la futura rentabilidad político electoral por encima de cualquier otro criterio. En ambos conflictos, el potencial perjudicado somos los ciudadanos.

Sandra Torres no es una “primera dama” común y corriente. Es evidente que ella tiene una agenda política personal y un peso político fuerte en su partido producto de su trabajo. Sus aspiraciones van mucho más allá de las de las “primeras damas” que le precedieron. Pareciera que Hillary Clinton o Cristina Kirshner son los modelos a seguir en sus legítimas aspiraciones presidenciales.

Pero, para ello, la Sra. Torres necesitaría acumular suficiente experiencia política. La Secretaría de Obras Sociales de la Presidencia se quedaría corta con ese nivel de aspiración. Por otra parte, el llamado Consejo de Cohesión Social le permitiría tener el nivel de experiencia buscado mediante una fórmula interesante: tiene la autoridad para disponer de dos millardos de quetzales y “coordinar” las funciones de varios ministros sin tener responsabilidad directa (política o legal) de los resultados o de la ejecución final de los fondos en caso se presentase algún problema.

Solamente el tiempo nos podrá decir si los mencionados conflictos se llegan a materializar. La inédita situación de una “primera dama” con tanto poder hará que la gestión de la Sra. Torres capture un mayor interés de la opinión pública. Esto es bueno porque quizás ayude a disminuir los conflictos. Está por verse, entonces, si el fenómeno de “de primera dama a Presidenta de la República” se reproduce también en Guatemala.

Capacitación Laboral

Hugo Maul Rivas
Director Área Económica
CIEN

“La probabilidad que uno de ustedes encuentre un empleo formal, en dónde goce de las prestaciones de ley, tenga cobertura social y gane el salario mínimo, es de menos del 50%. Es decir, la mitad de ustedes tendrán que buscar formas alternas de ganarse la vida”. Cifras difíciles de digerir para un grupo de jóvenes que sueña con graduarse de bachilleres y conseguir un trabajo. El grupo en cuestión eran unos diez jóvenes de quinto bachillerato que conocí en Guastatoya. Aunque estaban concientes de lo difícil que es conseguir un trabajo formal, no lo estaban acerca de que la mitad de ellos tendría que buscar refugio en la informalidad laboral para subsistir. Y aunque parezca paradójico, estos jóvenes están en una mejor situación que la mayoría de los individuos en su generación. En el caso de quienes sólo han recibido la educación primaria, el porcentaje de informalidad es mayor al 80%. Es decir, sólo dos de cada diez individuos logran obtener un trabajo formal. Situación que se agrava aún más mientras menor es el grado de educación de la persona.

Sabiendo que la mayoría de la población termina auto-empleándose o creando micros y pequeños negocios, y que esa proporción crece en la medida que menos educación formal tiene el individuo, sería muy importante considerar el papel que podría jugar la educación no-formal en todo este fenómeno. Sobre todo, la importancia de una política de capacitación para el trabajo, enfocada especialmente hacia jóvenes y población de escasos recursos. En esta materia el reto es tan complejo y de tan grandes dimensiones que se hace necesario pensar en una reforma institucional alrededor del tema. Desde la creación de un mercado de capacitación flexible, competitivo y de calidad, capaz de hacer frente a lo diverso y amplio de la demanda, hasta una separación de las funciones de regulación y prestación de servicios por parte del Estado. Además de la creación de programas de becas-préstamo, organizados alrededor de las demandas laborales existentes, que pudieran ser utilizado por los jóvenes que ingresan al mercado laboral. Así como la promoción del aumento de la cobertura y calidad de la educación no-formal para la población de mayor edad.

No se está hablando de condenar a nuestra población al empleo informal, sino de reconocer que, el corto y mediano plazo, será muy difícil transformar esta característica estructural del país. Y que, en lugar de dejar a estos millones de personas al margen de la construcción de capacidades para el trabajo, ganaríamos más todos si ellos pudieran capacitarse en temas que les permitieran ser más productivos.

18 febrero 2008

¿30 días?

José Raúl González Merlo
Miembro Junta Directiva
CIEN

No puede haber resultados en 30 días. Tampoco en 100. Posiblemente ni los 4 años de gobierno alcancen para hacer algo que valga la pena. Construir y hacer las cosas bien toma tiempo. Destruir es mucho más fácil y se puede hacer más rápido. Lo que este gobierno necesita es tiempo para tomar las decisiones correctas. Exigir resultados inmediatos es absurdo.

Es un error creer que el nuevo gobierno puede mostrar algo que valga la pena en apenas treinta días. Es un error también convocar a una conferencia de prensa para tratar de mostrar resultados y contrarrestar las críticas de la prensa. Es muy poco tiempo. La “transición” no parece haber sido tan ordenada como se dijo. Hay sorpresas con sendas cuentas pendientes en el Ministerio de Comunicaciones que pueden alterar el déficit fiscal. Dicen que lo del aeropuerto no está claro por lo que intervinieron su construcción. Hay un preocupante repunte en la violencia. Y el mismo partido oficial tiene graves diferencias en el Congreso. En tan poco tiempo, el nuevo gobierno comienza a organizarse y a entender que tipo de situación está heredando.

Necesariamente están tratando de administrar una inercia en todos los aspectos de la vida pública y de la vida nacional. Cambiarla tomará tiempo. Habrá que priorizar los problemas. Si las encuestas sirven de algo, el gobierno debería ponerle toda la atención al tema de la seguridad ciudadana. Este ha sido, consistentemente, la principal preocupación de la mayoría de los guatemaltecos. Fue el talón de Aquiles de la UNE durante la campaña política pero, inteligentemente lograron superarlo en la segunda vuelta con el lema “la violencia se combate con inteligencia”. Una vez creada la expectativa los ciudadanos impacientemente esperan resultados porque la cosa parece estar empeorando.

Si bien es cierto que no tiene mucho sentido andar haciendo evaluaciones a días de la toma de posesión, en buena medida, la misma campaña de la UNE creo esas expectativas. Se tuvo la audacia de ofrecer resultados rápidos como consecuencia de supuestos planes elaborados antes de asumir el poder. Se oyó de un cierto número de “zonas rojas”, de que se conocían los “corredores” por donde operaban los criminales, etcétera. Eso daba a entender que, contrario a lo que se ha visto, había “medidas inmediatas” que darían resultados inmediatos. Adiós a la campaña. Hola a la realidad.

La realidad es que hay que dar tiempo para esperar resultados positivos. Lo importante es que el gobierno entienda que esos resultados deben venir en seguridad, seguridad y seguridad. Quizás sea más fácil lograr resultados en otros campos; pero no será más importante para efectos de lo que la opinión pública valora y espera de ellos.


17 febrero 2008

La Inversión Extrajera.

Hugo Maul Rivas
Director Área Económica
CIEN

Si bien es cierto que las disposiciones del DR-CAFTA referentes al tratamiento de la inversión extranjera constituyen un importante avance regulatorio e institucional, todavía hace falta mucho por hacer. Desde el fortalecimiento financiero e institucional de oficinas como Invest in Guatemala hasta el desarrollo de una adecuada base de infraestructura. Aunque la vigencia misma del DR-CAFTA es de por sí una buena carta de presentación, es necesario un compromiso fuerte y creíble por parte del gobierno de colaborar en todo lo posible con los inversionistas extranjeros. Colaboración que va desde el desarrollo de campañas internacionales de promoción del país como destino para la inversión extranjera hasta el acompañamiento de los potenciales inversionistas el proceso que conlleva establecer una nueva inversión el país. Proceso que incluye desde la disponibilidad de información macro tradicional hasta información detallada a nivel de sectores y sub-sectores económicos. Lo cual requiere de promotores de inversión, investigadores especializados que analicen las ventajas potenciales del país y las tendencias de los mercados y que generen información relevante para los inversionistas extranjeros interesados en el país. Este proceso implicaría también un adecuado acompañamiento en todo lo que se refiere al cumplimiento de los trámites legales y burocráticos que se exigen para operar en el país. Claro está, siempre y cuando dicha colaboración no termine en tratamientos preferenciales y privilegios para dichos inversionistas.

En la medida que se establezca una buena reputación acerca de las facilidades que ofrece Guatemala para el establecimiento de la inversión extranjera, así como del compromiso de gobierno de respetar sus compromisos y no manipular de manera oportunista las regulaciones existentes, más fácil será promover las inversiones en Guatemala. No obstante, no hay que olvidar que factores “macro” como la estabilidad económica, la certeza jurídica, el nivel de capacitación de la mano de obra, la seguridad, etcétera, son condiciones básicas para atraer cualquier tipo de inversión. Teniendo claro que la preocupación más importante de todo inversionista es la certeza jurídica respecto de su inversión. Y aunque que las reglas incorporadas por el DR-CAFTA abonan en sentido positivo para reducir dicha incertidumbre, todavía no estamos en condiciones de competir con otros países en donde impera un verdadero Estado de Derecho.

11 febrero 2008

Las Estadísticas: Reforma Pendiente

Hugo Maul Rivas
Director Área Económica
CIEN

Todos coinciden en la importancia de contar con un adecuado sistema nacional de estadística. Sin embargo, en plena era de las tecnologías de la información y las comunicaciones seguimos sin resolver un problema que parece simple. Un problema cuya solución no requiere más que la pura voluntad política. Las debilidades actuales del sistema y a las líneas generales de reforma se conocen ya bien. La Estrategia Nacional de Desarrollo Estadístico (ENDE), esfuerzo iniciado en la administración pasada, identificó las principales debilidades que deben ser solucionadas de cara a un fortalecimiento institucional del sistema estadístico. Desde una perspectiva sistémica podría decirse que las debilidades residen, sobre todo, a nivel macro, meso y micro.

A nivel meta, al nivel de la concepción de cómo debería funcionar el sistema estadístico, el principal problema es que no se visualiza el papel crucial que juegan estadísticas en la planificación de las intervenciones de gobierno y la medición de resultados. Tampoco se comprende el papel que la información estadística juega en la adecuada rendición de cuentas y evaluación del desempeño de las acciones de gobierno. A nivel meso, el nivel de cooperación entre instituciones de gobierno y entre sector público y privado, existe una marcada falta de comunicación entre las entidades productoras de información. Falta de comunicación que redunda en duplicidad de esfuerzos y en una poca homogeneización de conceptos, definiciones, procedimiento, etcétera. Es decir, sí se genera información pero se hace de manera dispersa y no comparable entre sí. A nivel micro, el nivel de gestión de cada uno de los encargados de procesar información estadística, es la incapacidad para traducir en información estadística relevante la gran cantidad de datos que se recolectan. Dicha incapacidad es producto de una mezcla de falta de recursos humanos calificados y de una adecuada tecnología para el manejo y análisis de la información. Lo cual provoca, finalmente, que muchas se atrasen o sean inexistentes.

La resolución de estos problemas parte de una mejor definición de la estructura y funcionamiento del Sistema Estadístico Nacional. Para lo cual se necesita garantizar la autonomía del actual Instituto Nacional de Estadística, para evitar la politización de sus acciones, y fortalecer su capacidad institucional para ejercer su función de rectoría y coordinación. Junto con esto habría que diseñar mecanismos e incentivos para garantizar la obtención de la información y garantizar la confidencialidad de la misma. Asimismo, la homogeneización de procesos, conceptos y metodologías y el fortalecimiento de las capacidades tecnológicas y humanas de las unidades encargadas del manejo de información. El asunto es sencillo: sin información estadística adecuada, oportuna y confiable es muy difícil tomar buenas decisiones, más difícil aún, evaluar el impacto de las mismas.

Cuba como modelo

José Rául González Merlo
Miembro Junta Directiva
CIEN

La visita del Vicepresidente Espada a Cuba para familiarizarse in situ con el “modelo cubano” trae a colación los supuestos ‘logros” de la revolución en materia de educación, salud y deporte. Sin embargo, para que nuestro gobierno alcance esos mismos “logros”, tendría que cambiar la naturaleza misma de la “socialdemocracia”.

Seguir el “modelo educativo cubano” sería algo más que asignar mayores recursos al Ministerio de Educación. Querría decir, literalmente, convertir a los maestros en siervos del Gobierno. Para alcanzar sus logros de salud, deberíamos, literalmente, volver a los médicos esclavos del Estado. Y para alcanzar los logros deportivos, hay que tener un gobierno tan opresor que convierta al deporte en la principal fuente de libertad y prosperidad para los ciudadanos.

La dictadura marxista de la dinastía Castro no permite la libertad ni la disidencia. De esa cuenta, no existe un sindicato de maestros que permita a un Joviel Acevedo crear y exigir todo tipo de privilegios. Joviel, en Cuba, hubiese sido inmediatamente encarcelado y usado como ejemplo para intimidar a cualquiera que pretendiese educar para otro propósito que no fuera la indoctrinación de la población. El modelo norcoreano sería otra opción para que nuestro vicepresidente compruebe cómo se pueden alcanzar altos niveles de alfabetismo.

En salud, los esclavizados médicos cubanos han sido utilizados como el principal producto de exportación. Chávez manda petróleo; Castro manda médicos a pagar con su trabajo las deudas de su gobierno. “Adoptar el modelo de salud cubano” requeriría violar los más elementales derechos humanos de los profesionales guatemaltecos e imponerles el más bizarro concepto de “solidaridad” por la vía de la coacción gubernamental.

Oprimir a toda la población permite usar el deporte como una herramienta (heredada de la guerra fría) para la propaganda internacional. Está claro que, para el pueblo cubano, el deporte se ha convertido en la mejor opción para tener una buena alimentación y posibilidades de escapar y prosperar fuera de la isla. Famosos “desertores” en boxeo y béisbol (por ejemplo) han huido para ingresar al deporte profesional desarrollando una carrera en libertad como nunca lo podrían hacer en Cuba…

Deporte, salud y educación. Nobles campos en los que nuestro Vicepresidente fue a ver qué podía aprender de Cuba. Lamentablemente fue al lugar equivocado. Adoptar el “modelo cubano” implica, necesariamente, imponer la dictadura del proletariado. Nada que ver con una “socialdemocracia”. Yo hubiera pensado que tenemos más que aprenderle al modelo estadounidense. No sólo porque ha creado a uno de los más grandes cardiólogos guatemaltecos sino porque, además, se practica en libertad y democracia…

06 febrero 2008

Carreteras o cuellos de botella

Verónica Spross
Directora Área Social
CIEN

En la antigüedad se decía que todos los caminos llevaban a Roma. Sus vías de comunicación eran muy eficientes para la época. Las obras de ingeniería que desarrollaron incluyendo carreteras, acueductos o edificios aún son recordadas en la actualidad. En nuestro país, la disponibilidad de vías eficientes de comunicación que permitan el desarrollo del potencial competitivo con que contamos es un gran desafío.

En las últimas décadas se han realizado importantes trabajos de infraestructura vial, como la carretera de la Ciudad de Guatemala al Puerto de San José, que cuenta con un tramo concesionado a una empresa que cobra peaje por el servicio de operación y mantenimiento. Esta es, quizás, la mejor carretera con que contamos, debido a sus excelentes condiciones de mantenimiento, seguridad, amplitud y eficiencia. También puede mencionarse la renovación de la carretera a la Antigua Guatemala.

Uno de los casos de mayor impacto es la carretera que va de Río Dulce a Flores, Petén. Desde que la carretera que era de terracería fue asfaltada se recorre la distancia en menos de tres horas; antes el viaje tomaba cerca de 8 horas. La facilidad de transporte ha generado menores precios y variedad en los productos disponibles. El turismo nacional ha crecido en la región de Petén, especialmente por el interés de todos los guatemaltecos, e incluso centroamericanos, de conocer Tikal.

Importantes trabajos de ampliación se han venido haciendo desde hace algunos meses o años, como sucede con la carretera Interamericana, trabajo de gran importancia para el desarrollo económico del Altiplano. Hay avances sustanciales en algunos tramos, pero en otros hace falta mucho trabajo para concluirlos. En algunos lugares tienen que cercenar montañas o hacer rellenos. El plan de carreteras que nos presente el equipo actual deberá incluir la continuidad de las que están en proceso de construcción, así como aquellas aprobadas que aún no se han empezado, incluyendo la Transversal del Norte o la del Valle del Polochic, Alta Verapaz.

Un desafío enorme es eliminar los cuellos de botella de nuestro sistema vial. En primer lugar, debe aumentarse el número de retornos, con el fin de ordenar a quienes deben entrar o salir de las carreteras principales. En segundo lugar, es fundamental evitar que las carreteras pasen por ciudades o poblados, ya que el tráfico inevitablemente se interrumpe cuando la carretera los atraviesa. Hay casos que requieren acciones urgentes como el paso por Chimaltenango o Salcajá, ya que atravesar los tres o cuatro kilómetros de su área central toma al menos media hora, debido a las paradas de bus fuera de lugar, a los cruces sin tener la vía, entre otras causas.

Por otra parte, en muchas carreteras secundarias se encuentra infinidad de túmulos, ubicados donde hay aldeas o escuelas. Esto hace que el tráfico se vuelva lento y se gaste más combustible por las paradas y aceleraciones requeridas. En muchos lugares donde se bifuca una carretera no hay rótulos de señalización. La imprudencia de los autobuses extraurbanos constituye un peligro para quien transita en las carreteras del país, debido a su irresponsabilidad Su regulación debe hacerse de forma urgente.

Para competir con eficiencia con otros países, exportando productos, es prioritario que el desarrollo vial forme parte de la agenda nacional. Requerimos carreteras que permitan alcanzar el máximo potencial a las personas y a las empresas, sin costosas pérdidas de tiempo. Es urgente el anillo metropolitano, así como el surgimiento de alianzas público-privadas, pudiéndose concesionar tramos viales importantes. Debe introducirse el principio de que quien usa la carretera debe pagar por ella. En este tema hay mucho por hacer, no podemos quedarnos con los brazos cruzados.