10 diciembre 2007

Adiós a las adopciones…

José Raúl González Merlo
Miembro Junta Directiva
CIEN

Si las cosas salen como lo quieren los “grupos defensores de la niñez”; el Congreso aprobará el día de hoy la llamada ley de adopciones. Con esto, se cortará de tajo la oportunidad para que miles de niños puedan contar con un mejor futuro. Felicitaciones a todos los involucrados. Ahora lávense las manos de las consecuencias como lo hizo una vez Poncio Pilatos.

Los “movimientos sociales” presumen que un proceso de adopción que antes tomaba seis meses, ahora, tomará como mínimo dos años. El proceso será mucho “más complejo” y la Secretaría de Bienestar Social, en representación del Estado, será el ente que monopolizará los procesos de adopción. Están felices porque, según ellos, se acabó con el “negocio de las adopciones”.

Querrán decir que, con los nuevos procedimientos, orgullosamente bajará significativamente el número de niños adoptados y, con ello, miles de infantes quedarán desamparados y sin posibilidades de tener un mejor futuro. Es una pena que los cinco mil niños que no serán adoptados en el 2008 y en los años venideros, dejarán de contar con la oportunidad de tener un hogar. La envidia y el prejuicio enmarcados de buenas intenciones dominaron sobre el sentido común y la misericordia. Envidia hacia abogados que dizque cobraban veintisiete mil dólares por un trámite que duraba 6 meses. ¡O ingenuos! Ahora que durará dos años y lo volvieron mucho más complejo burocratizándolo ¿creen que el trámite será más barato? ¿Y que en manos del Estado se acabará la corrupción?

Envidia y prejuicio porque, como los niños se iban en su mayoría a los Estados Unidos, con seguridad, tenían un futuro mucho mejor que el de millones de niños que no eran adoptados. Entonces, como siempre, es más fácil que todos se frieguen en vez de celebrar que, aunque sea una minoría opte a un mejor futuro. Como se nota que a todos estos “grupos sociales” que han hecho de la pobreza su modo de vida no les conviene este tipo de prosperidad infantil.

Afortunadamente les tomó cinco años llegar a este punto. De no ser así, decenas de miles de niños jamás hubieran podido ser adoptados y estarían en ese horrible círculo de pobreza y explotación infantil que da negocio a esas “agrupaciones”. El lamentable resultado de esta ley será un trámite más caro, más corrupto, más largo y que producirá muchas menos adopciones. Es decir, lo peor de todos los mundos.

Dicen que hoy será bautizado como “el día de la dignidad de la niñez”. Márquenlo en el calendario porque alguien tiene que recordarles a los “grupos sociales” lo que llevarán en su conciencia de ahora en adelante.

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