09 marzo 2008

Guatemala y la Recesión

Hugo Maul Rivas
Director Área Económica
CIEN

Si Estados Unidos estornuda a Guatemala le da pulmonía”. Aunque algo de cierto tiene esta afirmación, no todos los estornudos son iguales. Algunos son producto de influencias externas y otros de nuestros propios males. En este momento todavía no existe un consenso acerca de la gravedad y posible duración que puedan tener los problemas económicos en E.U.A. Por tanto, deberíamos preocuparnos también por lo que estamos haciendo internamente. Lo único que se sabe es que mientras más prolongado y profundo sean dichos problemas, más complicada la situación para países como el nuestro y más urgente la necesidad de un buen manejo macroeconómico interno.

Aunque nadie niega los problemas de la economía norteamericana, todavía no se sabe que te graves son. George Soros, el conocido financista internacional, por ejemplo, sostiene que la economía de E.U.A. está ya en una recesión y que la crisis financiera que padecen es la más grave de la Posguerra. Por otra lado, algunos economistas prestigiados, como Martín Feldstein, director de la Oficina Nacional de Investigación Económica, sostienen que la economía norteamericana no se encuentre actualmente en recesión, pero aceptan que existe un alto riesgo que las cosas cambien para mal. Otros expertos, como Paul Krugman, sostienen que el riesgo más grande es el de una crisis de confianza. Al punto que a pesar de que los fundamentos económicos no estén tan deteriorados, tal crisis de confianza podría disparar lo que se conoce como una “profecía autocumplida”.

Las perspectivas de crecimiento económico para el 2008 han sido reducidas. El empleo ha observado una contracción, siendo el sector de la construcción el que más ha sufrido. La inflación continúa siendo un riesgo latente para la economía norteamericana. La depreciación del Dólar en los mercados internacionales ha superado todas las previsiones. En la medida que esta situación continúe es de esperar que caigan, o no crezcan tan rápidamente, el nivel de remesas y la cantidad y poder adquisitivo de las exportaciones de Guatemala. Si a esto se suma el riesgo de que las nuevas autoridades norteamericanas adopten políticas proteccionistas en el ámbito comercial y migratorio, la situación podría complicarse aún más. En todo caso, lo importante es reconocer que dichos problemas pueden sobrellevarse localmente con una política económica coherente y consistente con este nuevo entorno. De lo contrario, como ya ha sucedido tantas otras veces, más que víctimas del contexto internacional terminaríamos siendo víctimas de nuestra propia falta de juicio o falta de moderación.

No hay comentarios.: