30 septiembre 2007

Carlos Peña para Presidente

Hugo Maul Rivas
Director Área Económica
CIEN

“Comparar las elecciones a presidente con Carlos Peña, el joven cantante, es como mezclar el aceite con el agua”. En cierto sentido este comentario de Ricardo Bolaños, a la versión electrónica de la columna de la semana pasada es completamente válido. No obstante, al comparar el nivel de participación y entusiasmo generado por cada uno de estos procesos de elección surgen algunas cuestiones que merecen cierta reflexión. Por ejemplo, el papel de la relación precio/calidad en ambos procesos. En cada uno de ellos votar implicaba el pago de una suma monetaria. En el caso de la elección de Carlos, dicha suma salió de labolsa de cada “fan”; en el caso de la elección general, el pago salió de la bolsa de los contribuyentes. Si a esto se suma que muy pocos candidatos presidenciales inspiraban la simpatía, admiración o respeto que inspira Carlos Peña, los US $ 2.00 que la ley otorga a cada partido por voto recibido resulta ser un alto precio a cambio de la calidad de los productos recibidos. Por otro lado, el nivel de entusiasmo y participación alrededor del fenómeno “Carlos Peña” puede ser el reflejo de lo que sucede cuando los ciudadanos descubren cómo participar en la construcción de proyectos comunes. De cierta forma, más que apoyar a un joven cantante, el apoyo a Carlos puede ser el reflejo de lo que Samuel Huntington llamaría un “interés público puro”, la base fundamental para una acción colectiva exitosa.

Aunque no faltará quien piense que todo el asunto “Carlos Peña” es producto de la manipulación publicitaria, no debe olvidarse que vivimos algo parecido durante la campaña electoral y no puede decirse que alguno de los candidatos haya despertado el entusiasmo que generó el joven cantante. Aunque no se comparta la relevancia de que un joven guatemalteco se convierta en “Latin American Idol”, el proceso de elección de Carlos muestra la necesidad de que la calidad del “producto” guarde relación con el precio que se paga por él. Algo que sería muy importante en futuras elecciones presidenciales. Asimismo, la elección de Carlos muestra la importancia de que los votantes estén convencidos que mediante su voto hacen algo importante por su país. Algo que, aparentemente, no sucede hoy en día cuando votamos para elegir diputados, alcaldes y presidente. Para muchos, votar en una elección general significa más de lo mismo. Para muchos, votar por Carlos significó haber hecho algo importante por Guatemala: mostrar que en es factible que los sueños se conviertan en realidad.

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