30 junio 2008

Sacrificios Fiscales

José Raúl González Merlo
Miembro de Junta Directiva
CIEN

Dice la Superintendencia de Administración Tributaria – SAT – que las exoneraciones fiscales de la ley de maquila y de zonas francas, así como que las exportaciones no paguen IVA doméstico, representan un sacrificio fiscal de más de once millardos de quetzales. Ese fue el elemento más relevante que la prensa recogió luego de la presentación de un estudio del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales – ICEFI – sobre incentivos fiscales. Así es como nacen las leyendas urbanas ya que la cifra no puede estar más manipulada.

Lo que dice la SAT es que si las maquiladoras, las empresas que operan en zonas francas y los exportadores perdieran sus “incentivos” fiscales, el gobierno ganaría más de once millardos de quetzales adicionales de ingresos por impuestos. Vaya “sacrificio fiscal". Si la cifra le suena increíble es porque así es.

Es penoso que la SAT presente, y el ICEFI haga eco, de un cálculo tan inverosímil. Debería ser evidente que las maquilas basan su existencia, en buena medida, en la ventaja que les da la exoneración de impuestos para competir con industrias similares de otros países. Igualmente, las empresas ubicadas en zonas francas buscan una ventaja competitiva similar. Asumir que, sin la exoneración de impuestos, las respectivas industrias seguirán tan campantes es un burdo engaño. Debería ser obvio que las industrias marginales, aquellas cuya competitividad depende más de la ventaja fiscal, simplemente no podrán competir y saldrán del mercado. ¿Qué cantidad de impuestos creen que pagarán las empresas que cierren operaciones? De la misma manera, y por los mismos argumentos, la no devolución del IVA de las exportaciones provocaría una importante pérdida en la competitividad de los exportadores marginales. ¿Cuánto IVA cree que se recaudará de exportaciones que nunca se darán?

Es francamente deshonesto pretender engañar a la prensa y a la opinión pública haciéndole creer que las maquilas, las zonas francas y las exportaciones por sí solas pueden generar casi un 40% de incremento en la recaudación simplemente eliminando sus incentivos fiscales. Lamentablemente es temporada de “reforma tributaria”. Por lo tanto, es temporada de propaganda y demagogia. Estos llamados “estudios” no son una coincidencia.

Yo no creo en privilegios fiscales. Pero tampoco creo ético crear cifras para comenzar a generar falsas expectativas de las consecuencias de la nueva reforma tributaria. Es irresponsable lanzar “estimaciones” de millardos de quetzales en “recaudación perdida”. La realidad es que nadie puede saber con certeza razonable el valor del tal “sacrificio fiscal”. Estando así las cosas, tal parece que nada, mucho menos la verdad, será impedimento para que la propaganda oficial quiera “vender” el nuevo aumento de impuestos.

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