16 julio 2007

Presidencia reprobada

José Raúl González Merlo
Miembro Junta Directiva
CIEN

Todos nos divertimos mucho leyendo el reportaje de Prensa Libre en donde se evaluaba la calidad del conocimiento de los candidatos presidenciales sobre determinadas variables nacionales. Hasta una caricatura mostraba a los avergonzados candidatos con la materia “realidad nacional” reprobada. No hay nada como ver a los políticos en situaciones embarazosas. Interesante, divertido, pero en el fondo, poco útil para usarlo como criterio para emitir el voto.

No saber cuál es la extensión de Guatemala, cuántos artículos tiene la Constitución, el nivel de analfabetismo, el nivel de desnutrición y otras variables económicas y sociales debe ser motivo de vergüenza pero nada más que eso. Yo no creo que sea necesario que los candidatos tengan que conocer a exactitud todas y cada una de esas variables… Claro, para efectos de la campaña, mientras mejor preparados estén, aparentarán ser mejores candidatos… pero… ¿serán mejores presidentes?

No hay correlación entre más conocimiento de esas variables y mejor gestión presidencial. La buena memoria no es garantía de buena presidencia. Por supuesto que no faltaron las opiniones de “expertos” que se “rasgaron las vestiduras” al ver el poco conocimiento enciclopédico de los candidatos a presidente. Paradójicamente, tanto que nos pasamos recomendándole a los patojos que simplemente no se memoricen lo que aprenden en el colegio (porque al rato se les olvida o lo memorizado se vuelve irrelevante) y venimos a pedirles lo mismo a los candidatos. Lo importante no es repetir las estadísticas como loros. Lo importante es tener congruencia entre los problemas nacionales y las soluciones que cada uno propone. Eso sí hace la diferencia entre mejorar la estadística o simplemente conocerla y continuar tomando medidas equivocadas.

En lo personal, creo que hay otras cosas que son mucho más importantes que la capacidad memorística de los candidatos. Como dicen las abuelitas, es más importante analizar “que pata puso ese huevo”. Me interesa mucho más, saber por ejemplo, que un Eduardo Suger no tiene la “cola machucada” (aunque no sepa cuántos idiomas se hablan en Guatemala o qué sector aporta más al PIB) que otros “punteros” con muchas cosas qué explicar de su pasado, su presente y su futuro político. Eso, sin tomar en cuenta a las joyas que están llevando al Congreso como sus candidatos. Los ciudadanos podemos vivir con un presidente “ignorante” pero sería nefasto tener a un presidente astuto, incapaz y corrupto. Por ello, más allá del folklore del reportaje en cuestión, ha habido otras entrevistas de mayor relevancia para efectos de la toma de decisiones respecto a quién le daremos nuestro voto.

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