21 julio 2008

Microempresas: Reto Pendiente

Hugo Maul Rivas
Director del Área Económica
CIEN

Mientras el debate nacional se centra en temas como Petrocaribe o la reforma tributaria, es muy poco lo que se sabe, se dice y se hace acerca de los problemas que afrontan cientos de miles de micro y pequeñas empresas para hacer negocios. Aunque no lo parezca, estos empresarios son un pilar de nuestra economía. Si bien su productividad y contribución al valor agregado nacional, individualmente hablando, puede que no sea tan importante como el de las grandes empresas formales, su contribución al empleo y a la sobrevivencia de cientos de miles de familias es de vital importancia para la sostenibilidad del sistema económico. No obstante, y a pesar de ser la mayoría, su influencia sobre la agenda de política económica es muy limitada. Sus necesidades rara vez son tomadas en cuenta en el diseño de la política pública. Aunque algo se ha avanzado en la mejora del clima de negocios e inversión en el país, una gran parte de estas mejoras siguen siendo aprovechadas, mayormente, por empresas formales de mediano y gran tamaño. Las micro y pequeñas empresas, informales casi por definición, siguen siendo ajenas a estas mejoras.

Si bien una mejora en el clima de negocios a nivel nacional beneficia, potencialmente, a todo tipo de empresa, en el caso de la micro y pequeña empresa informal es necesario considerar explícitamente el papel de la política económica local en su desarrollo. Para muchos de estos pequeños empresarios, para bien o para mal, las municipalidades son la única cara visible del Estado. El resto de dependencias gubernamentales, con todos sus grandes objetivos y múltiples regulaciones, rara vez tienen algún tipo de interacción con este tipo de empresas, y cuando la tienen casi siempre es de persecución y castigo. Dado este vacío institucional, buena parte de la mejora del clima de negocios local y regional depende de autoridades intermedias como los alcaldes y gobernadores. Esto se debe, primordialmente, a que la superación de muchos de sus problemas requiere de un conocimiento e información que sólo los afectados y autoridades más inmediatas conocen bien. Si a esto se añade el trabajo conjunto entre comunidad empresarial y autoridades locales y la rendición de cuentas a la comunidad, es posible que no haga falta sentarse a esperar que todas las solucionas provengan del gobierno central. De lo contrario, habrá que seguir esperando y lo más seguro es que poco o nada pase.

No hay comentarios.: