14 julio 2008

Examen de conciencia en la prensa

José Raúl González Merlo
Miembro de Junta Directiva
CIEN

Toda la prensa independiente debe hacer un permanente examen de conciencia respecto al profesionalismo que se debe exigir a sí misma en el ejercicio de su función. La responsabilidad de los periodistas es tan alta que debemos actuar a la altura de lo que debería ser un ejercicio responsable de nuestro derecho constitucional a la libertad de expresión.

El lunes pasado el Periódico realizó un “reportaje investigativo” sobre supuestos conflictos de interés y posibles delitos en la adjudicación de locales comerciales en el aeropuerto La Aurora. Sin embargo, el miércoles de esa misma semana tuvo que publicar una inusualmente larga aclaración por parte de las personas directamente afectadas por el reportaje. El contenido de la refutación denota graves errores en la labor periodística.

No es la primera vez que eso ocurre; y tampoco es algo que se le pueda atribuir exclusivamente a el Periódico. Todos los medios escritos, radiales, televisivos o electrónicos adolecen de una aparente falta de control de calidad ya que, de vez en cuando, se producen ese tipo de errores. El reportaje en cuestión ha sido simplemente el último de esos graves vicios. Así como la reciente explosión de un contenedor de gas provocó muerte y lesiones a varias personas, cuando se trata de las víctimas de la prensa, estas no se cuentan en vidas humanas sino en reputaciones irreparablemente dañadas. Esto no debe seguir ocurriendo.

Los periodistas gozamos de un fuero especial que protege nuestra labor. Pero así como en determinado momento se critica el fuero especial que puedan tener ciertos funcionarios públicos, el fuero periodístico debe servir como una protección a la libre expresión del pensamiento; no como un escudo de impunidad contra la negligencia profesional. La pregunta es ¿qué harán los directores y jefes de redacción de todos los medios para garantizar que esto no siga ocurriendo? La respuesta debe ser dada a lo interno de cada uno de ellos aunque, aparentemente, la costumbre ha sido no hacer nada.

Desde la política, pasando por la vida nacional y terminando en el deporte, nuestros medios de comunicación denotan indolencia respecto a los graves errores que los periodistas cometemos a diario. ¿Tienen los medios políticas para prevenir que esas cosas pasen? Y si pasan, ¿hay sanciones? Paradójicamente, el Periódico era el único medio que tenía al “defensor del lector”; sana práctica de autocrítica que ha abandonado.

Quedará en manos de la prensa “auto-depurarse”. La tentación para que sea el gobierno quien “regule” este tipo de situaciones nunca conviene ya que, inevitablemente, termina siendo excusa para censurar la libre expresión del pensamiento. Dado que nuestra labor es tan importante, tanta más razón para que la tomemos con seriedad y profesionalismo.

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