20 abril 2008

Reciprocidad Tributaria

Hugo Maul Rivas
Director Área Económica
CIEN

La respuesta ya se conoce. No se puede; es muy difícil. Para eso está el Congreso. Pero dado que la negativa está más que garantizada, nada cuesta soñar con un mecanismo que dé más información al contribuyente respecto de cómo se usan sus impuestos. Sobre todo, a aquellos contribuyentes que no tienen ni el tiempo ni la preparación técnica para seguir de manera detallada la ejecución presupuestaria. Aunque nada impide a un contribuyente participar más directamente en este proceso de vigilancia, nada costaría darle más información a cada uno de ellos. Por lo menos, a todos aquellos que cuentan con un número de NIT y mantienen una relación constante con la SAT. Así como el gobierno exige a cada contribuyente que declare detalladamente todos sus ingresos y gastos con cierta periodicidad, podría exigirse algo parecido al Ministerio de Finanzas. Con cierta periodicidad dicho ministerio podría informar a cada contribuyente, de manera individualizada, cómo se utilizaron los impuestos que pago. Un reporte en donde se explique, rubro por rubro, el destino que tuvieron los impuestos pagados por el contribuyente, así como los resultados logrados con dicho gasto.

Aunque sea válido argumentar que esto es lo que se hace cuando se informa al Congreso acerca de la ejecución presupuestaria, y que no tendría sentido mandar el mismo tipo de información a cada contribuyente, no puede negarse que tal práctica ayudaría a crear una mayor conciencia ciudadana acerca de la importancia de vigilar la ejecución presupuestaria. Una cosa es enterarse por medio de las noticias que más de la mitad de los impuestos se destinan a pagar gastos corrientes, otra darse cuenta que el dinero que una vez estuvo en la bolsa de uno tiene ese particular destino. Incluso, podría hacerse que coincidiera la obligación de pagar los impuestos con la obligación del gobierno de explicar qué hizo con los impuestos que ha recibido. Y aunque el arreglo institucional existente delegue la función de control en el Congreso, hay que reconocer que el sistema no es perfecto y que un mayor nivel de conciencia y participación por parte de los contribuyentes no caería mal. Además, el hecho de que el gobierno esté obligado a informar acerca del destino que dio a los impuestos que recibió de cada quien tiene un alto valor simbólico en la construcción de una cultura tributaria más responsable. Por supuesto, en donde la responsabilidad es de todos, no sólo de quienes pagan impuestos.

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