30 abril 2007

1ero de Mayo: ¿Sueño o Fantasía?

Hugo Maul Rivas
Director Área Económica
CIEN

Todo mundo habla de más y mejores empleos, salarios dignos y más oportunidades. Con raras excepciones, nadie dice cómo se logran tan nobles objetivos. En Guatemala, al igual que en otros países de la región, uno de los principales obstáculos para mejorar la situación de los trabajadores son las regulaciones existentes. Las cuales, en lugar de promover un clima de confianza y de cooperación entre trabajadores y patronos, favorecen la desconfianza y el oportunismo. En lugar de promover la productividad y la eficiencia, promueven el desempleo y la pobreza. Sin embargo, en Guatemala está prohibido hablar de modificar el marco legal que rige las relaciones laborales. Afortunadamente, la realidad es múltiple y escapa al control que quiere ejercerse sobre ella. La informalidad es una de las tantas formas en que la realidad sobrepasa los intentos de control que se quieren ejercer sobre ella.

No es casualidad que más del 75% de todos los guatemaltecos en edad de trabajar laboran en actividades informales. Población que se encuentra al margen de la discusión acerca de los derechos y “conquistas laborales”. Aunque la informalidad no los niega, tampoco los afirma. La mayoría de personas que laboran en la informalidad constituyen lo que se conoce como trabajadores por cuenta propia. Es decir, son trabajadores pero no tienen un patrón a quien reclamarle las “conquistas laborales”. Ante tal situación, el típico discurso que seguramente escucharemos en las manifestaciones de mañana es, en el mejor de los casos, una pura fantasía que no la está muy lejos de la mayoría de ellos. El “invento” institucional llamado formalidad, incluidas las regulaciones laborales, cada vez se alejan más de lo que la gente hace todos los días para ganarse la vida.

No hace falta que se me tilde de neoliberal, derechista, pro-empresarial o de no tener corazón. Entiendo bien el papel que esos calificativos juegan dentro de las reglas de enunciación de verdad del discurso en temas sociales y laborales. Cumplen la función de acallar la voz de quienes disienten con la interpretación “oficial” de las cosas. Al más puro estilo religioso, imponen una separación del tipo “quien no está conmigo, está contra mi”. Es una de forma argumentativa muy usual entre quienes construyen la “verdad” dentro del discurso en temas sociales y laborales. Personas que, en su mayoría, no les gusta que se cuestione su particular forma de ver el mundo. Y que, por tanto, prefieren “borrar del mapa” discursivo a quien no piensa como ellos utilizando calificativos como los anteriores.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gusto de saludarlo Sr. Maul, estoy de acuerdo en casi todo lo que usted escribe en este blog, sin embargo no me dejara mentir que hay algo entre líneas entre todos los documentos que en internet circulan, entre los que apoyan y los atacan este tema, y es que no llegamos a nada, la economía informal si bien es cierto, considero que es la etapa inicial de como hacer negocios, por lo menos para la mayoría, con el 75% de personas económicamente activas, creo que se confirma que la mayoría arranca negocios en la informalidad, el gran problema es que se quedan ahí, cual seria su propuesta para que la tortillera no solo piense en tener una tortillería, sino una red de tortillerías las cuales presten mas servicios y pueda constituirse en una empresa formal, que pueda competir, en un tratado de libre comercio, y de esa manera tener un crecimiento sostenible, para su misma generación, creo yo que la informalidad limita esa expansión...

Muchas gracias por este espacio.


sleonardo12@yahoo.com

Anónimo dijo...

Gusto de saludarlo Sr. Maul, estoy de acuerdo en casi todo lo que usted escribe en este blog, sin embargo no me dejara mentir que hay algo entre líneas entre todos los documentos que en internet circulan, entre los que apoyan y los atacan este tema, y es que no llegamos a nada, la economía informal si bien es cierto, considero que es la etapa inicial de como hacer negocios, por lo menos para la mayoría, con el 75% de personas económicamente activas, creo que se confirma que la mayoría arranca negocios en la informalidad, el gran problema es que se quedan ahí, cual seria su propuesta para que la tortillera no solo piense en tener una tortillería, sino una red de tortillerías las cuales presten mas servicios y pueda constituirse en una empresa formal, que pueda competir, en un tratado de libre comercio, y de esa manera tener un crecimiento sostenible, para su misma generación, creo yo que la informalidad limita esa expansión...

Muchas gracias por este espacio.