02 febrero 2007

1999-2007: La Misma Historia

Hugo Maul Rivas

Director del Área Económica

CIEN

“Se teme que las expectativas de los agentes económicos ante la pérdida de confianza en el sistema financiero, la elevada incertidumbre acerca de la política monetaria, la falta de información y el “efecto contagio” que ha empezado a generarse entre los depositantes lleve eventualmente a una corrida bancaria...”. No se asuste. La afirmación anterior fue tomada del documento titulado “El Sistema Financiero Guatemalteco: Realidad y Perspectivas”, publicado por el Centro de Investigaciones Económicas Nacionales –CIEN- en febrero de 1999. ¡Ocho años atrás¡ Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Al igual que aquel entonces, nadie conoce hoy, a ciencia cierta, la situación de cada banco o financiera. Situación que influye negativamente en el ánimo de los depositantes e inversionistas. No obstante, al igual que hace ocho años, “la situación… del sistema financiero no debería forzar a tomar decisiones precipitadas… la solidez del sistema financiero parece no estar comprometida… los problemas de regulación inadecuada no deberíamos apresurarnos a concluir que más regulación es la salida. La economía tiene fundamentos sólidos”. Efectivamente, los fundamentos son sólidos en este momento: el déficit fiscal está bajo control, la tasa de inflación viene cayendo, el crecimiento económico acelerándose, el nivel de reservas internacionales es alto, etcétera. Factores que permiten a las autoridades cierto margen de maniobra en sus acciones. Sobre todo, margen para tomar acciones encaminadas a devolver la confianza a los agentes económicos. No hay que olvidar que “la credibilidad y la confianza juegan un papel primordial en situaciones como las actuales”.

Para devolver dicha confianza a los agentes económicos hacen falta muchas cosas, sin embargo, “una estrategia de comunicación adecuada, que sea creíble y que sirva para detener un potencial pánico generado por expectativas equivocadas” es primordial en estos momentos. Lo que menos se necesita es una politización del tema; mucho menos un manejo demagógico del mismo. “Para ello se requiere la coordinación entre autoridades técnicas y políticas…es recomendable que las decisiones de carácter técnico sean anunciadas por las autoridades competentes. De lo contrario… algunos anuncios… pueden generar una mayor perdida de credibilidad en el sistema”. La situación es difícil, nadie lo niega, pero todavía es manejable. Así como salimos en 1999, seguramente lo haremos esta vez. Al igual que aquel entonces, seguramente habrá un costo fiscal que afrontar. Y al igual que hace ocho años, todos juraremos que nos volverá a pasar lo mismo nuevamente. Esperemos que esta vez si aprendamos de nuestros errores.

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