03 junio 2007

Servicio Civil: Tema Olvidado

Hugo Maul Rivas
Director Área Económica
CIEN

Menos del 40% de todos los puestos dentro del sector público requieren de habilidades técnicas, profesionales o gerenciales. Poco más del 5% de las plazas autorizadas requieren de titulación universitaria (pre-grado) y ninguna requiere de especializaciones de post-grado. Menos del 2% de todos los servidores públicos cuenta con un título a nivel de maestría. Casi el 20% de todos los nombramientos dentro del servicio civil obedecen a designaciones políticas. Y, por supuesto, más del 85% de las personas en puestos gerenciales dentro del gobierno son removidos cada cuatro años. Para más detalles, visitar la página http://unpan1.un.org/intradocgroups/public/documents/CLAD/

clad0047408.pdf.

A pesar de estos indicadores, casi todo el debate al respecto se reduce a un asunto de “conquistas laborales” y de mayores niveles salariales. Sin ser experto en el tema, me parece que el problema de fondo no es ese. La experiencia de Taiwán y su servicio civil parece indicar que un elemento esencial detrás de toda reforma es la introducción de exámenes de aptitud para quienes deseen ingresar al servicio civil. Es tan importante esto en Taiwán que hasta un poder del Estado tienen a cargo del asunto (Examination Yuan). La aprobación de estos exámenes es un asunto tan serio que requiere varios años de estudio y dedicación por parte de quienes aspiran a ingresar al servicio civil.

Si a lo anterior se le suman los incentivos correctos, la posibilidad de planeación a largo plazo y límites estrictos a la discrecionalidad de los funcionarios, es bastante factible que gradualmente se consolide una tecnocracia capaz de hacer que funcione adecuadamente el gobierno. Capaz de poner en práctica políticas de estado, no simplemente políticas de gobierno, las cuales cada cuatro años cambian de rumbo. En lugar de que cada cuatro años lleguen nuevos equipos a “aprender” como funciona la cosa pública, un servicio civil fortalecido no sólo permitiría la continuidad de las políticas sino la estabilidad institucional del sector público. Asunto que, según recuerdo, debería ser del interés de todos, salvo de los anarco-capitalistas y anarco-comunistas que sueñan con la abolición del Estado. En nuestro caso, mientras no cambien las características e incentivos que rigen dentro del servicio civil, es casi imposible que el gobierno cumpla sus funciones de manera efectiva y eficiente. Ya sea que tales funciones sean mínimas o ultra-mínimas, como anhelan unos, o máximas o ultra-máximas, como anhelan otros.

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