Atrayendo el capital más difícil
Investigador Asociado
CIEN
Necesitamos atraer más inversión para generar un mayor crecimiento económico. Por un lado, incrementa el tamaño, el ingreso de la clase media guatemalteca y la hace sostenible; además, como parte de la política social, permite la reducción de la pobreza. Además, no podemos seguir dependiendo del crecimiento del consumo guatemalteco a través de las remesas. No por indeseables, sino por lo inestable. De hecho, las remesas, según algunos estudios, han sido las principales encargadas de reducir la pobreza en el país entre el año 2000 y el 2006. Sin embargo, el tambaleo actual de la economía norteamericana, la perspectiva de una política migratoria cada vez más restrictiva y la pérdida de lazos familiares de los migrantes son factores importantes que limitan ese modelo de desarrollo. Necesitamos que el crecimiento se genere en la misma Guatemala.
Mucha de la discusión se ha orientado a atraer mayores inversiones físicas o proyectos productivos determinados. La apuesta por impulsar las concesiones, que se realizó en el Gobierno pasado, es un ejemplo. Ahora, que los principales opositores de esa propuesta están haciendo Gobierno, talvez las cosas cambien, pues el mismo Gobierno las está abanderando. En cuanto a proyectos productivos determinados, la agenda de competitividad promovida por PRONACOM, es un esfuerzo importante. La detección de las oportunidades en la exportación de servicios es un indicio que Guatemala puede tener un gran futuro atrayendo inversión extranjera para desarrollar estos mercados.
Sin embargo, creo que es necesario SER MÁS AGRESIVOS. El principal generador de riqueza en la economía moderna no es la tierra, el capital financiero o las grandes empresas con increíbles inversiones en maquinaria. Eso es importante, pero no es suficiente. En la economía de hoy, lo más importante está en la cabeza de cada persona. Sus valores, sus actitudes, sus conocimientos, su creatividad, su capacidad de relacionarse con otras personas. Todo esto, se denomina capital humano. Por eso, talvez valdría la pena pensar las políticas de inversión en donde privilegiemos este capital.
Creo que vale la pena promover una política activa de atracción de europeos y norteamericanos profesionales para que vengan a trabajar a Guatemala. Esto podría fomentarse dentro del marco del DR-CAFTA y el Acuerdo de Asociación con
La propuesta no es nueva. Guatemala la promovió durante el siglo XIX. Tuvo grandes beneficios y generó algunos problemas. Valdrá la pena aprender de nuestros errores y más aun, aprender de nuestros éxitos pasados.
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