¿Aumentar o reducir impuestos?
Director Área Económica
CIEN
El problema radica, posiblemente, en el hecho que históricamente los aumentos de impuestos, sean estos moderados o pequeños, terminan saliendo muy costosos para la bolsa del contribuyente, mientras que las reducciones, sean estas grandes o moderadas, se traducen en imperceptibles ahorros para el consumidor. Como bien dice un refrán norteamericano, generalmente “un pequeño aumento de impuestos le cuesta doscientos dólares al contribuyente mientras que una substancial reducción le ahorra apenas treinta centavos”. Dada esta posibilidad, y dada la situación que actualmente atraviesa y atravesará la economía, tal vez no sea tiempo ni de reducir ni de aumentar los impuestos. Si no se aumentan, el gobierno tendría, al menos, la certeza de contar con un monto de recaudación bastante parecido a la actual. Monto que, dicho sea de paso, bien utilizado, focalizado y priorizado podría dar mejores resultados que los que hoy se obtienen. Si no se reducen los impuestos, las familias tendrían, por lo menos, asegurado un nivel de ingresos parecido al que tienen hoy en día. Aunque la opción de no aumentar ni reducir impuestos no gusta a ninguna de las partes en contienda, es importante reconocer que, por lo menos, podría llegar a ser una opción menos incierta y menos costosa para todas las partes. Lo cual, dado el panorama futuro de la economía, podría ser una de las opciones más prudentes que se tengan a la mano.
1 comentario:
lo que quiere escuchar la gente es ya no impuestos, o menos impuestos pero nunca mas impuestos es lógico. Pero nadie quiere pagar impuestos pero si quiere servicios del gobierno... entonces como le hacemos?
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