El Enroque del César
Mario A. Cuevas, MSc
Director Área Financiera
CIEN
Guatemala ocupa cuadros importantes en el tablero de la burocracia internacional como respaldo a su liderazgo regional en materia política y su vocación de apertura comercial.
Se dice que los dioses griegos eran ajenos al tiempo, pues éste corría únicamente para la raza de los mortales. Dicha creencia eventualmente se vulgarizó en el famoso dicho popular que “Dios tarda pero no olvida”. Entre Grecia y el vulgo podemos concluir que para Roma, el tiempo no es un asunto que deba importar mucho a las deidades.
Distinto es el caso del César, pues en la Roma contemporánea el tiempo es oro. La ruinosa y amarga transición presidencial en el Banco Mundial ha generado oportunidades para reacomodar las piezas en el tablero de la burocracia internacional, ocasión que el César aprovecha para realizar un magnífico enroque entre dos importantes aliados en Latinoamérica: Guatemala y Colombia. No había tiempo que perder.
Optando por seguir filosofía china el César ha transformado la crisis en oportunidad, en particular, la oportunidad de afianzar a sus aliados regionales en la burocracia internacional incluyendo el sistema de Naciones Unidas, las entidades de Bretton Woods y los bancos regionales de desarrollo. Entre otros aliados, se han beneficiado Colombia como fortaleza de la región andina y Guatemala como plataforma de la estabilidad centroamericana.
En el caso de Guatemala, el enroque es particularmente importante pues coincide con un proceso electoral interno caracterizado por la incertidumbre. Es notorio que, a pesar de dicha circunstancia o quizás como resultado de ésta, el César subraya la trayectoria chapina como baluarte de la estabilidad regional y muestra en el mapa global las casillas que el país puede llegar a ocupar. Aún se puede lograr más.
Cabe señalar que la ambivalencia de las provincias helvéticas en Centroamérica está causándoles costos elevados aunque todavía intangibles. El atraso costarricense en cuanto al CAFTA-DR es interpretado por el César como equivalente a una usurpación de calidad, pues solamente los dioses en el Olimpo son ajenos al tiempo, no así los mortales.
El momento es oportuno para que Guatemala avance agresivamente ocupando espacios en las esferas políticas y burocráticas internacionales. Además, en el plano económico debe promoverse el “grado de inversión” como calificación de crédito externo para Guatemala, meta por la que el país trabaja arduamente y que eventualmente brindaría incontables beneficios para la población, en términos de más empleo y mejores salarios.
En el espejo roto de la política electoral, no todos los caminos llevan a Roma. A pesar de esto, el César confía en el país precisamente porque no habita el Olimpo sino que está presente en la encrucijada real de todos los pueblos jóvenes, luchando diariamente por el devenir de una sociedad libre y democrática. Sin duda alguna, el enroque del César es un respaldo a la vocación liberal y el liderazgo político de Guatemala en la región centroamericana.
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