Carta de un candidato
Miembro de Junta Directiva
CIEN
Querido votante: soy tu candidato presidencial. Tengo que confesarte algo… te estoy mintiendo. Mis ofertas de campaña son imposibles de cumplir. Pero lo sigo haciendo. De otra manera, ¿por qué votarías por mí? Esa es la realidad. Pero como aún me queda un poco de conciencia, te escribo esta carta para liberar mi sentimiento de culpa y que luego no me reclames.
Te he prometido solucionar tus problemas de seguridad, salud, educación y mil cosas más. Tengo un “plan de gobierno”. En él describo, cuidadosamente pero sin decir nada, cómo voy a solucionar todos y cada uno de tus problemas. Nada ni nadie se me han quedado fuera; tendré un “gobierno incluyente”, resolveré los temas de multiculturalidad, la mujer, los indígenas, los niños, los jóvenes, los acianos, los migrantes. Si tu problema en particular no estuviera allí, no importa, yo me invento una “política de gobierno”.
No me acuses de demagogo. Tú eres el que quiere que yo te solucione todos tus problemas ¿o no? Eso es lo que quieres oír ¿correcto? ¿Recuerdas cuando le reclamaron a Alfonso Portillo sus promesas incumplidas? El respondió que “un candidato era un vendedor de sueños”. Tenía razón. Ahora me toca venderte tu sueño: mi gobierno será el que satisfaga todas tus “necesidades”. No te afanes. Tu única responsabilidad es presentarte cada cuatro años a votar y votar por mí. A eso hemos jugado desde 1985 y nos ha ido bien gracias a tu ingenuidad. ¿Qué prefieres? ¿Qué te diga la verdad? ¿Para que votes por otro? Lo siento; no puedo. Soy político y te conozco. Necesitas que te mienta. Quieres las soluciones fáciles. Quieres comprarme ese sueño que yo te ofrezco.
La verdad es que no voy a poder cumplirte. Con todo lo que te he ofrecido gastar, no alcanzarían diez presupuestos de gobierno. Y si me preguntas ¿de dónde sacaré el dinero?, de plano que te voy a decir que “mejorando la recaudación” o “ampliando la base”. Sé que no quieres escuchar que aumentaré los impuestos. No esperes que te lo diga; pero prepárate…
Soy político. Continuaré con la inercia del gobierno anterior. Más de algo haré con 40 mil millones de tus impuestos. Alguna obra habrá que inaugurar y más de algún negocito me voy a echar también. Como te incumpliré, culparé a la “falta de recursos” (a todos los anteriores les ha funcionado). Compréndeme por favor. Siempre es más fácil gastar más que gastar mejor. ¡Hey; sólo tengo 4 años! No me dará tiempo de combatir al crimen organizado o la burocracia estatal. Eso se lo dejo al próximo. Yo “sentaré las bases de un mejor Estado”.
Gracias por comprenderme. Ahora puedo dormir tranquilo. Espero tu voto.
1 comentario:
perfecto, gracias por la ayuda y el consejo, deberia haber mas paginas como la tuya. GRACIAS.
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