21 mayo 2007

Carga tributaria en campaña

José Raúl González Merlo
Miembro de Junta Directiva
CIEN

Ya comenzó oficialmente la campaña. En una entrevista de prensa, Alvaro Colom estimó que nuestra carga tributaria debería ser entre 24% y 28% “para llegar a tener el Estado que queremos”… Lejos quedó la mágica cifra de los acuerdos de paz en donde la meta era del 12%. En época pre-electoral, el que más promete será el que más votos obtenga…

Si usted divide el monto de la recaudación de impuestos entre el tamaño de la economía (PIB), el resultado se llama “carga tributaria”. A todos los políticos les interesa demostrar que la carga tributaria de Guatemala es “baja”. Lógico. ¿Conoce usted a algún político que prometa gastar menos antes de andar viendo cómo gasta más? No, ¿verdad? Por definición, al político le urge recaudar más impuestos para poder gastar más y “demostrar sus obras”. Para los políticos, los problemas de Guatemala siempre se resuelven gastando más.

Por supuesto que no sólo prometen gastar más sino que además prometen que lo gastarán mejor. En palabras de Colom, a cambio del aumento en la carga tributaria, los ciudadanos deberíamos de esperar “salud total, educación total, seguridad total”. Pues, sigamos esperando porque, según el Ministerio de Finanzas, en los últimos 11 años, el presupuesto de salud y asistencia social se ha más que quintuplicado; el presupuesto de educación, ciencia y cultura se ha quintuplicado y el de seguridad interna se ha multiplicado por seis. ¿Será que la calidad de nuestra salud se ha quintuplicado? ¿Que la calidad de la educación o de la seguridad se han multiplicado por cinco o seis? ¿No? Todos nuestros gobernantes han progresivamente gastado más pero la calidad de los servicios estatales no ha mejorado significativamente... ¿entonces?

Esa ha sido la evidencia histórica. Todos los políticos prometen lo mismo y Alvaro Colom no es la excepción. Ni bien se había terminado de publicar su reciente visita a la Cámara de Comercio, en donde prometió que no iba a subir los impuestos, y el domingo recién pasado conocemos de sus intenciones de llevar la carga tributaria al ¡28%! ¿Entonces? ¿A qué Alvaro Colom le creemos? ¿Al que no elevará impuestos o al que pretende recaudar casi cien mil millones de quetzales en impuestos para llegar a su nueva meta de carga tributaria? ¿Cómo hará para más que triplicar la recaudación?

Promesas de campaña… y no hay que ser tan ingenuo como para creer ninguna de ninguno. Pero hay promesas de promesas. Desde la perspectiva ciudadana, prometer elevar la carga tributaria es inútil porque no garantiza mejores servicios. Sólo garantiza lo que a los políticos tanto les interesa: gastar más. Y más gasto es siempre más oportunidad de corrupción.

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