Saliéndose del guacal
José Raúl González Merlo
Miembro de Junta Directiva
CIEN
La Asamblea Nacional del Magisterio – ANM – está dando muestras del desprecio que tienen frente al ejercicio responsable de los derechos constitucionales. Durante una de sus recientes sesiones para decretar otro “paro de labores”, sus “dirigentes”, sin percatarse de la presencia de periodistas, profirieron amenazas en contra de varios reporteros del diario Siglo XXI.
“Si se meten a atacarnos personalmente… a la larga, los que van a salir jodidos son ellos… se están sentando en una estaca… hijos de la gran p… que coman m… hay que mandarles a dar una verg…” – fueron algunas de las expresiones de los miembros de la “dirigencia magisterial” descontentos por los reportajes de ese diario. Al darse cuenta de la presencia de la periodista de Siglo XXI - Ericka Marroquín – la rodearon amenazadoramente buscando arrebatarle la evidencia de las anteriores declaraciones. La presencia de otros reporteros impidió que la turba no concretara sus amenazas.
La dirigencia de la ANM nos tiene acostumbrados a sus abusivas y prepotentes muestras de desprecio en contra del más mínimo respeto de la ley. No les importa bloquear la libre circulación de los ciudadanos. No les importa que los niños no reciban clases. En una de sus últimas manifestaciones nos demostraron que no les importa lesionar la honra de la mujer al llevar una pancarta que insultaba la dignidad de la Ministra de Educación. Ahora nos demuestran que no tienen el más mínimo respeto por la libertad de prensa dándose el lujo de amenazar e intimidar periodistas.
Las amenazas deben ser tomadas con la seriedad del caso. Quienes las profirieron tienen un largo historial de no importarles violar la ley y los derechos de los demás para alcanzar sus objetivos. Han vivido constantemente en la impunidad de sus acciones. Y vaya que la ANM se siente como un poder en sí mismo y con la seguridad suficiente para “salirse del güacal” cuantas veces se les da la gana.
Es evidente que el ejercicio de la libertad de prensa les molesta. Una prensa independiente es una amenaza potencial para transparentar sus acciones. Ahora, Prensa Libre destacó el botín de Q35 millones que bajo la figura de “honorarios legales” pretenden adueñarse. Lejos quedaron los tiempos en que los “proletarios” dirigentes magisteriales eran motivo de persecución política. Los perseguidos aprendieron bien la lección y pasan a ser ahora los perseguidores de cuatro reporteros que no han hecho otra cosa más que cumplir a cabalidad con su profesión. Frente a esto, los ciudadanos debemos solidarizarnos con los reporteros e impedir que nuestros impuestos se conviertan en un descarado botín para un grupito de sindicalistas.
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