18 abril 2007

El policía de la esperanza.

José Raúl Gonzalez Merlo
Miembro Junta Directiva
CIEN

El asesinato de los tres diputados salvadoreños por partes de agentes de nuestra Policía Nacional Civil – PNC – nos provocó la más grande vergüenza. Pero la posterior ejecución de los autores de dicho crimen, adentro de una cárcel de máxima seguridad, nos provocó la más grande incertidumbre y miedo. ¿Cómo confiar en la policía? Y ¿a quién acudimos si somos víctimas de un crimen? Paradójicamente, el temor creado por esas muertes ha sido parcialmente aliviado por otra muerte.

Recientemente, un agente de la PNC murió en el cumplimiento de su deber. Si toda la policía fuera corrupta o si todos los policías estuvieran alineados con el crimen organizado, el agente Alejandro Chan Chai no hubiera fallecido combatiendo criminales in fraganti. Es natural que todavía tengamos temor y prejuicio contra todos los agentes de la PNC. Sin embargo, la acción del agente Chan demuestra que, así como debe haber agentes perversamente criminales, también hay héroes que logran superar toda la podredumbre social que nos aqueja y, en medio de ella, cumplen con su deber.

Cuando una persona, que había sido víctima del robo de su vehículo y perseguía a los ladrones, les pidió ayuda a dos agentes de la PNC, éstos no dudaron en asistirlo. La persecución eventualmente copó a los tres criminales. Al verse alcanzados, éstos dispararon en contra de los policías quienes valientemente los enfrentaron y respondieron al fuego. El saldo fue de dos ladrones muertos, uno capturado y un agente de la policía muerto… Un altísimo precio a pagar por tratar de capturar a los criminales pero un reflejo de nuestra diaria realidad.

Lamentablemente, la historia no es cien por ciento favorable a la PNC. La víctima del robo ya había solicitado ayuda a otro grupo de policías quienes, haciéndose los locos, le “invitaron” a marcar el 110 para buscar ayuda… No cabe duda que es fundamental depurar a los malos agentes de la PNC. Por ello fue tan importante que la semana pasada también se haya anunciado que la Corte de Constitucionalidad declaró legal el despido de los malos policías. Por muy absurdo que parezca los tribunales de trabajo reinstalaban a los policías despedidos haciéndole un gran favor al crimen organizado.

No cabe duda que la tarea por mejorar a nuestras fuerzas de seguridad es titánica. Mayor razón para apoyar todas las mejoras que la nueva Ministra de Gobernación trate de impulsar. Mientras ese trabajo ocurre, los ciudadanos debemos rendirle tributo al valor del agente Chan y al de su anónimo compañero. Si bien es cierto que él no ha sido el único en morir en la línea del deber, su coraje y actitud nos debe servir de ejemplo a todos. Mis condolencias a su familia por la irreparable pérdida. Descanse en paz Alejandro Chan Chai.

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