08 mayo 2008

Guatemala frente a la recesión estadounidense

Jaime Diaz Palacios
Investigador Asociado
CIEN

Para el empresario guatemalteco, la globalización está altamente asociada con Estados Unidos. Esto se debe que a nivel mundial es un motor de actividad económica, tanto en producción y consumo como en ideas. A nivel latinoamericano, es el de mayor cercanía. Además, es un exportador de cultura occidental. Norteamérica se palpa desde lo que el guatemalteco observa en la televisión hasta las marcas que compra. Por último, la población guatemalteca ha escogido vivir en Estados Unidos. El equivalente a un 10% de la población guatemalteca vive en Estados Unidos, según la Organización Internacional para Migraciones –OIM-.

Si Estados Unidos es un portal a la globalización, lo que le suceda afectará a la sociedad guatemalteca. Hoy se percibe una recesión norteamericana. Este artículo hace un breve análisis de esta situación y el impacto para Guatemala. Primero, narrará la detonación de la recesión. Segundo, se describirán los escenarios sensibles a una crisis estadounidense. Tercero, se hará una reflexión de cara al futuro guatemalteco.

La detonación de la recesión

Todo inicia con los ataques terroristas a partir del 2001: la coyuntura geopolítica y económica de Estados Unidos eran frágiles. Además, el mercado norteamericano se recuperaba de una desaceleración derivada del colapso de las compañías tecnológicas en el 2000. Esto impulsó al Gobierno americano a tomar políticas de reactivación económica: una expansión fiscal y una expansión monetaria. La primera fue evidente con las guerras de Afganistán y de Irak. La segunda fue liderada por la Reserva Federal (FED), que mantuvo las tasas de interés a niveles bajos hasta el segundo trimestre del 2004. Estas políticas impulsaron la demanda estadounidense y le dio un nuevo respiro a su economía.

Ante las presiones inflacionarias del 2004, la FED cambió su política monetaria. Para evitar un sobrecalentamiento, la FED incrementó paulatinamente las tasas de interés. Éstas pasaron de niveles por debajo del 2% a un 5.25%.

Al cabo de un año las inversiones se resintieron. El mercado inmobiliario subprime mostró los principales efectos. La morosidad aumentó y las quiebras hipotecarias crecieron. Esto puso en riesgo el sistema financiero. Las autoridades volvieron a expandir la masa monetaria para frenar una nueva crisis.

Hoy se palpan los efectos reales sobre la economía norteamericana. Las expectativas de crecimiento son menores: La FED las redujo de 2.63% a 2.15% y la región europea las disminuyó de 2.6% a 2%. Además, la caída en el ingreso y el aumento en el desempleo marcaron el final del año.

¿Cómo afecta la recesión a Guatemala?

Existen dos escenarios altamente sensibles a cambios en la economía norteamericana. Primero, el sector comercial. Segundo, el ingreso guatemalteco debido al protagonismo de las remesas.

Estados Unidos constituye un pilar para el mercado guatemalteco, representando el 43% de las exportaciones y el 35% de las importaciones. Según el CIEN, la apertura comercial impactó el crecimiento de las exportaciones en un 6.5% y de las importaciones en un 1.9%. Si el ingreso de los estadounidenses continúa en detrimento existe el riesgo que Guatemala pierda el dinamismo comercial obtenido.

La cantidad de guatemaltecos viviendo en Estados Unidos es de 1.4 millones de personas, según OIM. El 80.5% son remitentes de remesas y por cada uno hay más de tres personas beneficiadas en Guatemala. El 28% de la población guatemalteca es beneficiario de remesas y la magnitud supera el 10% del total de la producción. Una recesión norteamericana pone el ingreso de la población y su consumo. La alarma sonó a finales del 2007 cuando se crearon 18,000 nuevos empleos de 70,000 esperados. Sólo en el sector de la construcción se redujeron 49,000 plazas.

¿Qué esperar del comportamiento de la economía?

Popularmente dicen que si Estados Unidos estornuda a Guatemala la da pulmonía. Según el Fondo Monetario Internacional por cada 1% que caiga el ciclo económico estadounidense la economía guatemalteca se desacelera en un 0.2%. Si bien el efecto es significativo, éste no representa un tsunami para la Guatemala. La administración macroeconómica en Guatemala en los últimos años ha permitido cierta estabilidad que hoy le permite adaptarse mejor a impactos externos.

Sin embargo, el efecto negativo es significativo y el empresario deberá prestar atención a los signos internacionales. Se le aconseja ver los siguientes:

  1. Seguirle la pista a la política estadounidense. Dado que el 2008 es un año electoral, se espera que el gobierno americano haga lo suficiente evitar una crisis. Los mayores impactos se esperan con el nuevo gobierno. El empresario deberá seguir los planes de la nueva administración, demócrata o republicana, en términos de política monetaria, fiscal, laboral y comercial.
  2. El empresario deberá buscar nuevos destinos como paliativos ante la recesión. Una ruta es la Unión Europea. La negociación del acuerdo de asociación comercial y su relevancia económica lo hace atractivo. El reto es adaptarse a la divergencia de valoraciones y necesidades. Una segunda alternativa es el bloque latinoamericano. Por una parte, Guatemala coincide con ciertas valoraciones y preferencias. Además, existe un ahorro potencial en costos de transacción y transporte. Una tercera ruta es desarrollar economías de alcance. Con los recursos guatemaltecos pueden explotar otros márgenes comerciales como la exportación de servicios.
Hoy, la decisión de caer o no en una crisis depende de Guatemala. Hoy existen distintos destinos comerciales, hay más apertura cultural y existe cierta estabilidad macroeconómica permite hacerle frente a una recesión en el contexto internacional. Hoy Estados Unidos estornuda, pero enfermarse depende de gran manera de Guatemala.

No hay comentarios.: