Tomando ansias
Miembro de Junta Directiva
CIEN
La Asociación Nacional del Café – ANACAFE - divulgó un comunicado de prensa en el que expresa su preocupación por la ventaja que pudiera tomar el café de Costa Rica sobre el chapín ahora que establecieron relaciones diplomáticas con Pekín a costa de romper con Taiwán. La consecuencia lógica de esa preocupación sería que dicha supuesta “desventaja” nos debería llevar también a romper relaciones diplomáticas con Taiwán. Tomémonos una tasa de café descafeinado y analicemos la situación serenamente.
Pekín condiciona las relaciones diplomáticas con ellos a desconocer la existencia de Taiwán como nación y como nosotros reconocemos a Taiwán, eso no permitiría que nuestro café se exportase a China continental. ¿Quiere decir que nuestra agroindustria cafetalera está condenada? Nada que ver.
El sueño de todo cafetalero es que cada chino se tome una tasa de café al día. ¿Se imagina lo que subiría la demanda de café si eso llega a ocurrir? Más de mil tres cientos millones de tacitas de café diarias son un montón de quintales. ¿Y se imagina lo que pasaría con el precio? ¿Cuánto cree que necesitamos exportar a China continental para que los caficultores guatemaltecos se beneficien de ese fenómeno? ¡Nada! No importa a quién le compren los chinos; el precio internacional subirá para beneficio de los productores guatemaltecos, colombianos, brasileños, ticos, etc. Es exactamente lo mismo que ocurre con el petróleo; cuando aumenta la demanda: su precio sube. Si Chávez le vende petróleo a los Chinos, igualmente se beneficiarán los árabes saudíes que le venden petróleo al resto del mundo.
El punto es que ANACAFE no debe estar “tomando ansias” por el hecho de que Costa Rica acceda a exportar café a China continental. Es más, ojala que los ticos logren que los chinos aumenten significativamente su consumo. Como hemos visto, eso será de beneficio para todos los productores mundiales. Así como los colombianos han gastado millones en promover a Juan Valdez para aumentar el consumo de café en los EUA, está bien que los ticos renuncien al apoyo de Taiwán para promover el consumo de café en la China continental. Además, nos dejan espacio libre de cooperación con Taipei.
En conclusión: mejor que sean otros los que paguen los costos de aumentar el consumo global. Nosotros dediquémonos a cortejar a los consumidores gourmet y a explotar nichos en el mercado mundial de café que sí estarían dispuestos a pagar una prima sobre el precio internacional. ¿O no es nuestro café mejor que el tico y el colombiano? ¿Entonces?
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