Debate sobre cómo salir de la crisis
Invetigador Asociado
CIEN
“Aun no he logrado cobrar el cheque de mi aguinaldo”. Era 13 de enero. Era una madre de familia desilusionada porque no logró darle a sus hijos la navidad deseada. Era una madre de familia angustiada por el inicio de clases y los gastos que ello representa.
“Mejor dejaron las cosas en la acera y se regresaron a su pueblo”. Era 26 de diciembre. Era un periodista que me contaba lo que sucedió con muchos comerciantes informales que vinieron a
La crisis de falta de billetes generada por las autoridades monetarias del país han tenido graves repercusiones y no se ve capacidad inmediata para resolverla. A ello sumemos la desconfianza creciente en el sistema financiero con los casos Bancafé y Banco del Comercio, el ataque especulativo contra G&T Continental y los constantes rumores que persisten, todo ello aunado a la incapacidad de las autoridades para recuperar la confianza y dar una solución rápida al problema.
La verdad, me siento indignado y furioso. Pero esos sentimientos de nada sirven si no logran transformarse en propuestas, no sólo orientadas a que las autoridades sufran las consecuencias de sus errores, sino también propuestas sobre cómo solucionar la situación actual que afecta principalmente a los guatemaltecos sin posibilidad de acceder al mercado crediticio.
Si la crisis de billetes fuera a solucionarse con la inyección de Q80 millones que entrarán a partir del 15 de enero... pues uno debiera suponer que dicha “crisis” no era tan grave. Sin embargo, de las pláticas que he mantenido con distintos macroeconomistas de distintas instituciones, parece que dicha cantidad es insuficiente. Además, tomando en cuenta que la decisión de adquisición de billetes se tomó entre septiembre y octubre del año pasado, antes de los problemas financieros, uno podría esperar que los problemas monetarios guatemaltecos podrían llegar a durar varios meses más. Simplemente, porque un sistema financiero donde no hay confianza, requiere una mayor cantidad de billetes.
¿Existen soluciones alternativas? ¿Debiéramos quedarnos cruzados de brazos?
¿Debiéramos ignorar cómo miles de guatemaltecos sufren con no tener dinero, a pesar de trabajar arduamente?
Definitivamente no y me gustaría que este artículo, más que un menú de propuestas, promueva la discusión sobre medidas alternativas. Por ello, me gustaría empezar con una propuesta suponiendo que vamos a tener que sobrevivir varios meses más con estos problemas.
A mi juicio, el Banco de Guatemala debiera de empezar a enmendar sus errores aprendiendo de (y no negando) las acciones de muchos guatemaltecos, que ahora prefieren demandar dólares y no quetzales. Como algunos bancos no han tenido quetzales, algunos guatemaltecos han optado por solicitar dólares para pagar sus compromisos. Es decir, el Banco de Guatemala debiera buscar la manera reducir la demanda por quetzales (que hoy son escasos) y motivar la demanda por dólares (aprovechando los más de US$ 4 mil millones que mantiene el Banco de Guatemala en sus reservas).
Para ello, se requeriría aproximarse al sector financiero para poner a su disponibilidad dólares en sustitución de los quetzales ausentes, incluyendo dólares en los cajeros automáticos (lo cual incluirá un cambio veloz en sus sistemas informáticos). Claro, el beneficio es que podrán contar con disponibilidad inmediata para honrar sus responsabilidades.
Algunos no les gustará esta solución porque suena a dolarización, aunque formalmente no lo sea. A otros, les dará temor la posibilidad de que esto signifique una depreciación del quetzal, afectando a los importadores. El punto será ponderar qué tan importante son estos argumentos frente a la crisis económica que afrontan los guatemaltecos, especialmente la clase media y la clase pobre. Especialmente, si no se hace nada y la incapacidad de generar soluciones se mantiene.
Me encantará leer, no sólo críticas, sino propuestas alternativas.
3 comentarios:
Creo que una opción más aceptable para la población, y complemetaria al incentivo del uso del dólar, podría ser que las autoridades promovieran el uso de medios de pago electrónicos en sus transacciones o cheques, por ejemplo. Esta campaña podría estar dirigida a las "clases medias y altas" que en todo caso son las que tiene mayor facilidad de usar estos mecanismos.
De esta forma creo que se utilizaría el efectivo circulante solo para aquellas transacciones donde no es posible usar medios de pago electrónico, como las compras en los mercados, donde trabajan y comercian las clases más pobres, o en la contratación de ciertos servicios, de forma informal, como podría ser el caso de los albañiles, electricistas y otros.
De esta forma podría incrementarse la liquidez de moneda nacional en los bancos, y el efectivo necesario para suplir la demanda de la "clase baja".
Respecto a la propuesta del artículo, considero que no es una mala idea, pero como comentó Mario Cuevas es dificil lograr que se utilice el dólar en el país por diferentes razones. Entre ellas está el hecho que a pesar de que la reserva de dólares ha aumentado, ese dinero no es físico. Por lo que si se pretendiera traer la cantidad de dólares que la reserva indíca eso sería mucho más difícil y tomaría mucho más tiempo. Quizá sería más viable que las autoridades promuevan otros medios de pagos, como lo dice el otro comentarista.
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